China sufre un accidente carretero en Polonia

El primer intento chino por construir infraestructura en la UE colapsó, afectando los preparativos para la Eurocopa 2012.

Por: | Publicado: Lunes 13 de junio de 2011 a las 05:00 hrs.
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Hace dos años, una empresa china controlada por el Estado, Covec, ofreció construir un tramo de autopista en Polonia por la mitad del precio de las ofertas rivales europeas. Una Varsovia agradecida aceptó con entusiasmo, en un acuerdo histórico que marcó la entrada de China al vasto mercado europeo de infraestructura. Ahora, el plan se cayó debido a que Chinese Overseas Engineering Company (nombre completo de Covec) no pagó a sus proveedores locales polacos. Las repercusiones serán amplias. Polonia corre el riesgo de convertirse en el hazmerreír de Europa por su fracaso en la construcción de nuevas carreteras a tiempo para los campeonatos de fútbol Eurocopa 2012, según lo prometido.

El trabajo en el proyecto se detuvo en mayo, cuando sub-contratistas polacos abandonaron sus herramientas a causa de facturas impagas por unos 117 millones de zlotys (US$ 43 millones). Covec, a su vez, atribuyó los problemas a retrasos en los pagos del gobierno polaco. También se quejaron de las dificultades para encontrar sub-contratistas polacos apropiados para el trabajo. La reacción de los políticos polacos fue de predecible furia.

El ministro de Relaciones Exteriores, Radoslaw Sikorski, fue directo tras una reunión con su homólogo chino después de que el acuerdo colapsó. “Los dejamos entrar al mercado de grandes proyectos de inversión de la UE y ahora tenemos este desastre”, declaró en Twitter. “Deberían salvar su reputación”.

El golpe a la relación entre China y Polonia importa porque China se ha estado preparando para utilizar a Polonia como un camino hacia los mercados de la UE. Eso fue especialmente evidente en este acuerdo, donde la baja oferta de Covec por el trabajo provocó denuncias de dumping de precios de los competidores europeos: su oferta para construir el tramo por 1.300 millones de zlotys fue de menos de la mitad del precio estimado por el gobierno. Aunque la empresa importó mano de obra barata china para hacer gran parte del trabajo y levantó barracas en escuelas locales para que durmieran, muchos pensaron que era imposible que obtuviera ganancias.

De ahí la sospecha de que China estaba utilizando esta vía para comprar su camino en el mercado europeo, con Financial Times comentando desdeñoso que “uno recibe aquello por lo que paga”. Era una táctica ya utilizada con éxito por Huawei, el gigante chino de telecomunicaciones que se expandió por todo el continente después de la construcción de una red de telefonía móvil en Polonia en 2008. Otras empresas chinas están reflexionando sobre la producción de todo, desde tractores hasta camiones en Polonia para abastecer el mercado local y luego el de la UE.

Los polacos están muy conscientes de su importancia para los planes de expansión europea de China. Después de que se detuvieran las obras en mayo, el ministro polaco de infraestructura, Cezary Grabarczyk expresó incredulidad de que “un grupo chino, para el que el contrato de la autopista A2 es una especie de paso de entrada al vasto mercado de infraestructura de la UE, quiera poner en riesgo su futuro en el mercado europeo”.

La situación es vergonzosa para el gobierno, pero también un problema para un país que necesita desesperadamente mejorar sus desvencijadas redes de transporte. Así que hay razones para que polacos y chinos se apresuren a salvar algo de este acuerdo.

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