DF Conexión a China | Chile después de Xi
Sascha Hannig Nuñez Investigadora IDD Chile, Asistente GGR Hitotsubashi University
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Sascha Hannig Nuñez
El último congreso del Partido Comunista Chino consolidó una tendencia que expertos y estudiosos sobre ese país vienen alertando por años: China no es el país con el que Chile firmó su acuerdo comercial a principios de siglo. Hoy es más autoritario e impredecible.
Reelegido para un tercer mandato hasta 2027, Xi Jinping se consolidó como el primer líder en superar los diez años de mandato desde las reformas de Deng Xiaoping, purgó a un porcentaje importante de sus adversarios políticos, e instaló a funcionarios leales a él en la cúpula del partido y del gobierno.
“El mayor problema con la perpetuación de Xi son los números poco confiables de crecimiento económico o demográfico. ¿Cómo proyectar nuestras exportaciones así?”
Chile, que ha apoyado una parte importante de su crecimiento económico en China, queda especialmente vulnerable con el ahora prolongado gobierno de Xi. La eventual dependencia (40% del intercambio comercial) se justificaba en solidez económica de Beijing, las buenas relaciones y el atractivo del inmenso mercado chino. Sin embargo, desde 2018 la influencia del PCCh se ha intensificado en áreas que van desde el sector energético y las grandes empresas tecnológicas, hasta la reciente polémica por las estaciones de policía chinas en territorio de otros países.
Pero el mayor problema con la perpetuación de Xi es que se mantendrán las condiciones que han llevado al país a comunicar números poco confiables de crecimiento económico o demográfico. Según expertos como el doctor Luis Martínez, de la universidad de Chicago, la discrepancia en el PIB publicado podría ser de 35% y hasta 60% menor al real. Para Chile, este tipo de incertidumbre es crítica al momento de definir una estrategia comercial, para localizar inversiones o incluso para predecir cómo actuar en crisis futuras. ¿Cómo proyectar las exportaciones de cobre hacia un país, si no se puede confiar en la demanda real?
Hay alternativas, sin embargo, que podrían aliviar la dependencia de China. La firma del TPP-11, por ejemplo, permitirá acceder a mercados inexplorados del Pacífico. Mientras que en recursos naturales, la próxima gran discusión será el precio del litio y la participación china en ese mercado.
A eso se suman las preocupaciones en temas de tecnología, datos personales y seguridad, que están más expuestos que nunca, y en las que Chile ha actuado institucionalmente. Algunos de estas son la polémica de la fabricación de los pasaportes o la implementación de 5G en el territorio nacional. También hay posturas más críticas en el debate chileno sobre las violaciones a DDHH por parte del PCCh. En el caso de la estación de policía para disidentes chinos supuestamente instalada en Viña del Mar, el rol de la sociedad civil y los medios ha sido clave para activar una investigación institucional por parte del gobierno.
Es necesario ir un paso más allá y mantener un ecosistema de información crítico sobre lo que ocurre en Beijing y sus repercusiones Chile, y prepararse para el peor de los escenarios, en vez de esperar lo mejor o que China siga actuando como lo hacía a principios de siglo.