Cerebros de Facebook reciben “me gusta” de inversionistas

Los primeros empleados de la red social inician sus propios emprendimientos y esperan repetir la misma magia.

Por: | Publicado: Viernes 16 de marzo de 2012 a las 05:00 hrs.
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Por April Dembosky en San Francisco



La mafia de Facebook es una red social. La pandilla de los primeros empleados de Facebook, que crearon el mundo online de amigos, “me gusta” y “dar un toque”, está empezando sus propias empresas, y depende de sus conexiones en el mundo real para lograr consejo, inversión y colaboración.

Sus nuevas empresas varían desde una herramienta para el lugar de trabajo hasta un sitio para comparar precios de fármacos, pero todos tienen varias cosas en común, en especial su popularidad entre los inversionistas, que han colocado decenas de millones de dólares en ellas.

“El primer equipo de Facebook, los primeros 60 a 100 empleados, son perversamente inteligentes y muy emprendedores”, señala un inversionista “ángel” que ha respaldado dos empresas de la mafia de Facebook.

También piensan en grande. A los 20 crearon tecnología que cambió la vida de centenares de millones de personas. Ahora, estos emprendedores han identificado nuevos problemas a resolver.

Asumir problemas desafiantes de datos cuando jóvenes y tener tal impacto inmediato en la gente se vuelve adictivo, según Doug Hirsch, que trabajó tanto en Yahoo como en Facebook en sus primeros días. Y aunque el éxito a la escala de Facebook no está garantizado, tienen la confianza para intentarlo.

“Uno sabe que existe la posibilidad de fracasar”, afirma Scott Marlette, que dejó Facebook en 2010 para iniciar GoodRx, un sitio de comparación de precios de fármacos, con Hirsch. “¿Cuáles son las posibilidades de que hagamos otro producto que vean 850 millones de personas? Pero también te da una noción de que hay escalas y formas de crear grandes productos que impacten la vida de mucha gente”.

La mafia está marcada por asociaciones claves que nacieron en la red social. Relaciones laborales se convirtieron en amistades y viceversa. Estos vínculos se asemejan a los formados en firmas como PayPal, cuyos ex empleados aún lanzan proyectos. Pero pocas compañías empezaron con ingenieros insospechados que crecieron a proporciones que cambiaron las reglas del juego, y eso diferencia a estos jóvenes ingenieros, dicen los inversionistas.

Los inversionistas apuestan al hecho que estos programadores definieron la red social y la entienden. “La mayoría de los sitios sociales son experimentos sicológicos”, señala un inversionista ángel. “Los muchachos de Facebook entienden la sicología profunda de lo social; las dimensiones de ello son sutiles”. Fondos de capital tecnológico como Accel, Benchmark, Andreessen Horowitz y Kleiner Perkins están ansiosos por contar con ellos, con la esperanza de lograr aunque sea una fracción del éxito de Facebook.

Aunque el dinero fluye con facilidad de los inversionistas a estos emprendedores, los lazos que formaron trabajando en Facebook bordean la incondicionalidad. “Si alguien de Facebook viniera y me pidiera dinero, se lo daría de inmediato”, señala Marlette de GoodRX. “Confío en la gente con la que trabajé”.

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