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Columnistas

A propósito del propósito

Por Marcela Achurra, abogada, socia de Parraguez Marín & Del Río, directora de empresas, árbitro CAM

Por: Equipo DF

Publicado: Jueves 8 de junio de 2023 a las 17:36 hrs.

Desde antes de la pandemia, que vino a cambiar muchos aspectos de nuestra sociedad, hablábamos del propósito. Sin embargo, esta palabra se transformó y reforzó aún más producto de la crisis sanitaria. Hoy las personas buscan una razón trascendente en todo lo que hacen, dónde trabajan, compran, sociabilizan y aprenden, entre otros ámbitos.

Ante esta fuerte demanda de propósito, una parte importante de las empresas tanto a nivel mundial como local ya ha definido un propósito, lo han adoptado y difundido a la sociedad. Esta evolución se produjo en tiempo récord, debido a que sus stakeholders (trabajadores, socios y accionistas) esperan que su gestión impacte y beneficie a la comunidad y a su entorno y no solo a sus accionistas.

Pero ¿por qué es importante impulsar un propósito claro y aplicarlo con coherencia? No solo porque es lo correcto principalmente por el rol social extendido que se espera y corresponde hoy a las empresas, sino que también porque genera en el largo plazo mayor rentabilidad. Un estudio reciente de Accenture concluyó que los equipos de liderazgo que incorporan la sostenibilidad en el ADN de sus organizaciones son más capaces de aportar valor financiero. De hecho, los que lideran en prácticas de gestión de sostenibilidad superan a sus pares en un 21% tanto en rentabilidad como en resultados positivos para el medio ambiente y la sociedad.

Como directora de empresas he visto cómo cada vez más el propósito es una discusión central de los directorios en Chile. Sin embargo, las empresas que están naciendo tienen la labor más fácil, no en cambio las que existen y han sido exitosas por varias décadas, generando utilidades para sus accionistas. Ante esto, la pregunta es, ¿cómo identificar un propósito?

En su esencia debe estar alineado con el interés social y con los objetos sociales (y en el caso de las sociedades anónimas este debe ser “lucrativo” conforme a nuestra ley). Pero, así también, debe considerar a su entorno, trabajadores, ciudadanos consumidores, autoridades, vecinos, comunidades y el impacto que podría tener las operaciones de la empresa en el medioambiente.

En esta labor, los directorios tienen una gran responsabilidad al definir y promulgar un propósito. Debe ser permanente o de muy largo plazo, armónico y coherente con sus estatutos y demás cuerpos normativos (políticas, códigos de conducta, reglamentos internos etc.) y tener claros responsables y métricas. Este último elemento es particularmente importante. Sin una medición continua, las empresas solo se limitarán a una frase que se va a promover en la comunicación corporativa. Finalmente, no será más que un eslogan que, como tal, puede cambiar conforme a las condiciones de mercado, modas, conveniencias. Y los stakehoders no solo demandan un propósito, exigen coherencia.

Hoy toda empresa debe contar con un propósito que haga sustentable, perdurable y trascendente su gestión. Las organizaciones que no avancen no podrán mantenerse competitivas en una sociedad que gira en torno a valores y búsqueda de sentido en todo lo que hacen. Y los directorios tenemos un rol clave que cumplir.

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