Tráfico de bioquímicos
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no de los efectos más nefastos del complejo ambiente que se vive actualmente en La Araucanía –marcado por episodios violentos sucesivos de los cuales el resto del país ha sido testigo- es que se invisibilizan una serie de delitos que proliferan. El tráfico de bioquímicos se ha transformado en un problema que se une al negocio ilícito de la madera en la zona.
En la edición dominical del DFMAS de ayer, el editor Fernando Vega realizó un reportaje que mostró que en este sector del territorio nacional existe una serie de indicios que muestran que este tráfico ilegal toma fuerza.
Al respecto, es importante seguir la pista de estos casos para mostrar el impacto que tienen en materia de violencia en una zona que lleva ya años dañada por un ambiente sumamente complejo y, además, generar a nivel país las condiciones para que estos delitos sean denunciados y castigados de forma adecuada por el sistema de justicia.
Es sabido que hay una serie de asuntos profundos que zanjar en la situación del sur del país. Sin embargo, es importante que estos carteles sean interrumpidos prontamente, dado que generan violencia, inseguridad y temor en la población.
Si se suman a otros tráficos de la zona, como el mencionado de la leña, configuran un ambiente de impunidad muy grave.
Algunos actores han planteado que es necesario enfocar el tema desde una perspectiva general, pero en un estado de derecho no corresponde añadir estos fenómenos a un escenario amplio. Cada uno de los delitos debe ser tratado independientemente en su mérito y procesado por la justicia. Y esa reacción debe ser rápida.