El mundo emergente comienza a protagonizar un inquietante capítulo de turbulencias propio de los efectos que se supone generará el retiro del plan de estímulos de Estados Unidos, un escenario que se anticipa traerá menos liquidez y, por ende, tasas de interés más altas. De hecho, en los últimos días las monedas de distintas naciones en desarrollo han tendido a perder valor frente al dólar, incluido lo ocurrido en Chile.
Esto último incluso está generando reacciones de parte de las autoridades económicas en algunos casos, como Brasil, donde las intervenciones del Banco Central no han logrado detener la depreciación del real. En Turquía, a su vez, se observó un alza en la tasa de interés.
Otras situaciones que generan expectación se observaron en Asia, donde la economía de Tailandia cayó en una inesperada recesión.
Todo lo anterior, por lo demás en un contexto donde los mismos mercados bursátiles de este tipo de naciones más jóvenes se han remecido no con poca fuerza. Chile es parte de ese cuadro con un descenso del referente principal de la Bolsa de Comercio de Santiago que ha llegado a superar el 15%.
La pregunta es si este tipo de turbulencias se seguirán atenuando a futuro o, bien, se estabilizarán.