La Presidenta Bachelet ha dado a conocer los plazos que considera el proceso de elaboración de una nueva Constitución, una de las reformas sobre las cuales estructuró su programa de gobierno. Según ha explicado la Mandataria, en los próximos días se dará inicio a una etapa de educación cívica y constitucional, luego de lo cual a partir de marzo de 2016 se realizarán lo que llamó como "diálogos ciudadanos", que, a su vez, servirán de base para un proyecto de nueva Constitución que será presentado en el segundo semestre de 2017 ante el Legislativo.
Pieza clave de la reforma y un aspecto que ha causado mayor incertidumbre es el mecanismo que se utilizará para modificar la Carta Magna. Bachelet ha dicho que a fines del 2016 se enviará al Congreso un proyecto de reforma de la actual Constitución para que, por dos tercios de sus miembros en ejercicio, establezca los procedimientos que hagan posible dictar una nueva Carta Fundamental, pero será el nuevo Congreso elegido en 2017 el que decida, de entre cuatro alternativas, el mecanismo de discusión del proyecto: una Comisión Bicameral de senadores y diputados; una Convención Constituyente mixta de parlamentarios y ciudadanos; una Asamblea Constituyente; y que el Parlamento pueda convocar a un plebiscito, para que sea la ciudadanía la que decida entre las anteriores alternativas.
Nada mencionó Bachelet sobre qué aspectos de la Constitución serán modificados, lo que junto a la indefinición del mecanismo ha dejado abierto nuevamente un flanco de dudas y preocupación especialmente entre los agentes económicos que advierten que la incertidumbre no contribuye a reactivar la actividad.