Según un estudio del Ministerio de Desarrollo Social, los hogares en situación de pobreza con jefatura femenina registran un aumento de 77% en la última década.
Y la cifra se explica principalmente por la baja de más de 28% que experimentaron los hogares biparentales. En este escenario, de los 601 mil hogares que están en situación de pobreza en el país, 242.608 corresponden a aquellos que tienen a mujeres como jefas de hogar.
Lo contradictorio de la situación es que el citado incremento se da pese a que el ingreso autónomo de los hogares pobres liderados por mujeres es superior en un 19% al que obtienen aquellos encabezados sólo por hombres. Este contexto se viene a agravar con la baja de 10% que ha mostrado dicho ingreso frente al nivel exhibido en 2006, ubicándose según las últimas cifras en $ 121.665. En esta situación no ha servido de nada que el nivel de escolaridad de las mujeres pobres supere al que muestran los hombres.
Si bien el bono para el trabajo de la mujer -que el gobierno entrega a las trabajadoras más vulnerables- es una ayuda importante, todavía falta mucho camino por recorrer como país para corregir esta situación y terminar con la pobreza.