La reactivación no puede esperar
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a constatación de que la variación del PIB en el segundo trimestre fue de -14,1%, con una caída en la demanda interna de 19,1%, pone de relieve la magnitud de la actual contracción económica. La tasa de desocupación se encamina a niveles que van a superar el 20%, en un contexto de bajas expectativas que están desalentando a muchas personas de participar siquiera de la fuerza de trabajo, pasando así en una proporción inédita a engrosar la lista de “inactivos”.
Las estimaciones apuntan a que el tercer trimestre será negativo también, y que recién en la última parte del año se verán cifras positivas. En esto último habrá un efecto estadístico que va a favorecer la comparación, por cuanto en el cuarto trimestre de 2019 la actividad económica decreció debido al estallido de violencia del 18-O. Con todo, lo que a estas alturas debería estar meridianamente claro para todos los actores es que urge dar inicio con mayor fuerza al proceso de reactivación de la economía.
Sorprende, en este sentido, lo dificultoso que está resultando lograr que avancen el Congreso los proyectos de ley que ha enviado el Ejecutivo, los cuales paradojalmente se enmarcan en un acuerdo político suscrito hace ya dos meses con los principales partidos de oposición, precisamente para avanzar en forma más expedita en las medidas de ayuda a las familias más afectadas por los efectos de la pandemia, y dar un impulso a la reactivación económica. La falta de compromiso en algunos actores políticos a la hora de honrar los acuerdos, junto a un ánimo maximalista en el diseño de los instrumentos, obstaculizan la entrega de los apoyos y señales necesarios para reimpulsar la economía.
El Gobierno está impulsando las iniciativas acordadas, preparando un programa de inversión pública contundente, y también adoptando medidas administrativas para facilitar el emprendimiento de nuevas actividades, las reorganizaciones de empresas y la reinserción laboral. En todo esto es necesario apurar el tranco. Pero si no se logra instalar una atmósfera de mayor confianza, una reactivación con potencial para proyectarse en el tiempo se hace más difícil.