La economía de EEUU está retomando velocidad. No se puede subrayar suficientemente la importancia que esto podría tener para todos nosotros. Si La reactivación de China y EEUU se consolida, el mundo habrá recuperado sus dos mayores motores y las economías emergentes podrán respirar tranquilas, más allá de lo que ocurra con Europa.
Las señales en la principal potencia fueron claras la semana pasada. El PIB del tercer trimestre fue corregido nuevamente al alza. Originalmente había sido estimado en 2,0%, luego fue revisado a 2,7% y el jueves fue elevado a un sólido 3,1%, superando las expectativas de los analistas, que esperaban sólo 2,8%. Aunque las proyecciones ahora apuntan a que el cuarto trimestre exhibiría un 1,4%, eso permitiría cerrar 2012 con un avance de casi 2,0%, por sobre el crecimiento de 2011 de 1,7%.
Aunque un incremento modesto, lo que importa más es que la tendencia va en ascenso.
Eso sí, habrá que ver qué pasa con las negociaciones para evitar el denominado “abismo fiscal”, y luego, quizás más importante, el techo de la deuda pública. Nunca hay que subestimar la capacidad de los legisladores para sabotear la economía por pugnas electorales.