Inconstitucional
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yer el Presidente de la República, Sebastián Piñera, anunció que convocará a una comisión de expertos “para proponer perfeccionamientos a los criterios y procedimientos con que el Congreso determina la admisibilidad o inadmisibilidad de las mociones y proyectos de ley, de forma de evitar que progresen mociones que no respetan la Constitución”. Esta convocatoria surge tras semanas de tensiones en el Congreso.
Incluso en algunas ocasiones los propios parlamentarios que proponen reconocen que no les importa ir en contra de la Constitución porque sus objetivos merecen saltarse las reglas.
Es más que lamentable, sino que derechamente peligroso que quienes han sido elegidos por todos los chilenos crean que una vez en sus cargos se sientan con el derecho de ir en contra del marco constitucional que nos rige. Así, las nuevas definiciones constitucionales que tomará Chile en los meses que vienen carecen totalmente de sentido si se debilita el respeto por la carta fundamental.
Ad portas de un debate de ese peso, se espera de los actores que detentan diferentes poderes una recta actitud frente a las normas e instituciones que hemos como país definido, sin perjuicio que en otras instancias paralelas se trabaje para cambiarlas.
Aunque estas mociones inconstitucionales se dan en diferentes ámbitos, preocupan las de pensiones especialmente ya que existe hoy en trámite legislativo un proyecto de reforma, sumamente amplio y que va desde el nivel de cotizaciones hasta normas de la industria. La múltiple presentación y peor aún el avance de mociones paralelas solamente se puede entender como la voluntad de saltarse el debate de varios meses para imponer ciertos puntos.
La comisión que ha convocado el Presidente podría colaborar, pero nada reemplazará la responsabilidad de cada uno de los parlamentarios antes de embarcarse en propuestas para las que no tienen las facultades constitucionales de presentar.