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Alto contrasteCon justificada satisfacción, las principales autoridades económicas del país han celebrado la colocación de bonos soberanos en los mercados internacionales, en Estados Unidos y Europa, a tasas históricamente bajas y con una demanda que superó en más de tres veces la oferta.
En efecto, Chile colocó esta semana dos bonos: uno por 800 millones de euros (unos US$ 1.000 millones) a un plazo de 10 años y una tasa de rendimiento anual de 1,74%, lo que significa un spread de 75 puntos básicos por sobre la tasa libre de riesgo en euros; y otro por US$ 1.060 millones, con un rendimiento de 3,185%, que equivale a 90 puntos básicos sobre los papeles referenciales del Tesoro de Estados Unidos. La oportunidad, ante las depreciadas tasas de interés que se observan en los mercados globales, parece, además, acertada.
Es una buena noticia para el Estado chileno, que logra de este modo repactar deuda por unos algo más de US$ 550 millones con intereses más convenientes y obtener financiamiento por otros US$ 1.500 millones a precios ventajosos para, entre otras cosas, capitalizar Codelco. Es también un buen indicador para el sector privado, que con esta colocación soberana asegura un benchmark positivo para sus propias necesidades de recursos externos, tanto para reprogramar deuda emitida en condiciones menos beneficiosas como para financiar proyectos de inversión.
Se trata, en definitiva, de una señal positiva y concreta, a la que es de esperar que se sumen otras en el corto plazo para revertir las decaídas expectativas que mantiene una parte del mercado y retomar así la senda del necesario crecimiento económico.
