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Alto contrasteSignos positivos provenientes del exterior, aunque todavía no del todo categóricos, comienzan a sumarse para reanimar el sentimiento de los agentes económicos en el mundo. La semana pasada fue el turno del comercio internacional, que está dando ciertas señales de estabilización y, de hecho, los tres mayores exportadores del mundo, como son Estados Unidos, China y Alemania mostraron favorables cifras.
En la principal economía del mundo, los envíos llegaron a su máximo histórico. En paralelo, los embarques y las mismas importaciones del país asiático sorprendieron con un sólido rebote en julio, con alzas del orden de 5%, lo que significó una aceleración respecto a cifras previas.
A su vez, los envíos a EEUU y la Unión Europea, los dos mayores socios comerciales de China, crecieron a una tasa anualizada de 5,3% y 2,8%, respectivamente, anotando su primera alza en cinco meses.
Dado este ambiente, los analistas de Moody’s incluso advirtieron que que lo peor parece haber terminado. No obstante, pusieron con rapidez una nota de cautela, pues consideraron que la mejora será relativamente “plana”. Esto último, de todas formas, es un pronóstico que habla de un contexto preferible a uno de de indeseables caídas.
