Dos miradas ante la desaceleración
En Perú el gobierno evalúa bajar impuestos para reanimar la actividad económica
En lo que no puede dejar de sonar a una referencia a lo que está ocurriendo en Chile, el presidente peruano, Ollanta Humala, ha declarado que mientras "en otros países de la región" frente a la desaceleración de sus economías están tomando medidas como elevar las tasas de impuestos para recaudar más, en el caso de Perú "aquí no estamos pensando subir impuestos" e incluso ha declarado que la lógica de su gobierno "es aliviar la carga impositiva que tienen las empresas, las que generan empleo".
Aún cuando exhibe tasas de crecimiento superiores a las de la economía chilena, Perú atraviesa también por un proceso de desaceleración que en su caso parece haber tocado un punto de inflexión recientemente y que lo llevaría a crecer en torno a 3% este año, es decir la mitad de los registros que exhibía hasta el año pasado.
Ambas economías comparten el hecho de estar entre las más dependientes en la región a los vaivenes de las materias primas, dado el peso que tienen la minería, la pesca y otros sectores productores de commodities en sus economías.
Si bien es cierto que la reforma tributaria puesta en marcha por la presidenta Bachelet no respondió a hacer frente al freno en la actividad en Chile -de hecho hay consenso en que se le considera como uno de los factores que provocó incertidumbre y ha contribuido a la persistente desaceleración de la economía chilena-, el planteamiento de Humala por cierto debiera ser bien recibido en el sector privado de su país, a diferencia de las inquietudes que en los sectores productivos chilenos ha levantado la agenda de profundos cambios promovidos por el gobierno de la Nueva Mayoría.