Las cifras de comercio exterior del primer mes del año dadas a conocer por el Banco Central han confirmado la expectativa de los especialistas en el mercado en cuanto a que la tendencia de 2016 parecerá estar marcada por el hecho de que los bajos precios del cobre impactarán a las exportaciones, mientras que la debilidad de la demanda interna a pesar de la depreciación del peso frente al dólar contendrá el crecimiento de las importaciones.
En efecto, en enero las exportaciones registraron una caída interanual de 14% al totalizar U$ 5.123 millones, debido a una baja de 27% en los envíos mineros -principalmente de cobre, que cayeron en una magnitud similar- y una de 6% en los industriales. Las importaciones, por su parte, llegaron a US$ 4.438 millones, lo que significó una baja anual de 12%. Las compras de bienes intermedios se redujeron 23%, mientras las de bienes de consumo disminuyeron 8% y las correspondientes a bienes de capital reportaron un aumento de 20%.
De esta manera, 2016 comienza en un pie no muy distinto al comportamiento que tuvo el comercio exterior durante buena parte de 2015, y donde la fuerte depreciación que ha registrado el peso chileno frente al dólar estadounidense ha sido acompañada por una debilidad en los socios comerciales y también una menor demanda interna.
Se trata por cierto de un área que deberá seguir siendo monitoreada por las autoridades, considerando la importante cantidad de empleos vinculados a puestos de trabajo en comercio exterior, y teniendo en mente que es probable que el deterioro en el escenario externo pueda seguir profundizándose en los próximos meses.