La Cena Anual de la Industria ha sido tradicionalmente un escenario utilizado para debatir con altura de miras asuntos de relevancia para el empresariado y para la actividad económica de nuestro país. El encuentro celebrado este miércoles no fue una excepción, y en él tanto la Presidenta Michelle Bachelet como el máximo dirigente de los industriales, Hermann von Mühlenbrock, comunicaron con claridad sus visiones sobre la coyuntura y sus expectativas respecto de lo que viene.
La mandataria defendió las reformas que impulsa el gobierno, las que identificó como parte de una "senda de cambios impostergables", e invitó a los empresarios a una alianza público-privada sobre la base de la confianza y el diálogo constructivo.
El presidente de la Sofofa presentó sin rodeos las principales preocupaciones del sector que representa. Acusó que las numerosas propuestas reformistas de la autoridad, además de generar inquietud e incertidumbre, han sido planteadas, varias veces, junto a severas críticas al rol del sector privado, que definió como aquel que cumplen "cientos de miles de chilenos, que con esfuerzo y voluntad, invierten su tiempo y recursos para generar riqueza y empujar el desarrollo". No se quedó sin embargo en el reclamo. Sin mencionar casos específicos, cuestionó con energía a quienes, con el afán de buscar ganancias indebidas, han abusado de la confianza de los consumidores y han vulnerado la fe pública.
Su enérgica condena a las malas prácticas de una evidente minoría es un paso en la dirección adecuada para refrendar el vital rol que cumplen los empresarios en un ambiente de libre competencia y de correcto funcionamiento de los mercados.