Caso Friosur

a decisión de los dueños de la pesquera Friosur, ubicada en Puerto Chacabuco en la Región de Aysén, de diseñar una operación para que los trabajadores se convirtieran desde el 4 de septiembre en dueños del 20% de la empresa ha generado buenas reacciones en el ambiente empresarial. Un reportaje publicado este domingo en la edición del DFMAS detalló cómo nació la iniciativa y cómo se fueron llevando adelante las negociaciones.

El caso es interesante porque la fórmula estaría siendo mirada con atención por otras compañías que desean explorar nuevas alternativas para incluir a los diferentes actores de su quehacer dentro de las decisiones estratégicas alineando así los riesgos y premios de la actividad productiva.

La manera que ha explorado José Luis del Río se suma a otras alternativas en diferentes partes del mundo que apuntan a evolucionar los conceptos de empresa, inversión y desarrollo. Esta semana, por ejemplo, en Chile se realizó una ronda de levantamiento de capital con impacto en el que se realizaron una centena de reuniones entre inversionistas y emprendedores. La combinación de negocio e impacto medioambiental o social fue el eje de la ronda que culminó con una proyección de inversión cercana a los US$ 75 millones.

Estos indicios de cambio chocan con una percepción de diferentes actores de la opinión pública en medio de los debates políticos en el sentido de que las empresas y el poder económico está completamente estático frente a los cambios sociales. Es, por lo tanto, importante visibilizar, a modo de inspiración y de propuestas, las crecientes iniciativas que apuntan a actualizar a las compañías. Eso, sin embargo, no debe olvidar que el rol de las empresas en una economía social de mercado no es suplir las falencias del Estado ni de otras organizaciones, enfoque que lamentablemente muchas veces se le da.