Barack Obama se asegura un lugar en la historia

Tras la aplastante derrota de su partido Demócrata en las elecciones del Congreso, los analistas advirtieron que Barack Obama corría el riesgo de terminar los últimos dos años de su gobierno como un "pato cojo", como se denomina a un mandatario que no tiene poder para fijar la agenda legislativa. La respuesta, decían, estaba en volcarse a la política exterior.

Con los legisladores demócratas queriendo ahora alejarse lo más posible de él, Obama quedó libre de obligaciones con su partido y se enfocó a la política exterior. Así, el primer presidente de color de EEUU está ahora dejando su legado en el ámbito externo. Aunque su acuerdo con Raúl Castro para normalizar las relaciones con Cuba no ha sido respaldado por todos en Washington, sí fue recibido como un hito histórico por la comunidad internacional.

Mientras tanto, el repunte económico de EEUU contrasta con la desaceleración de China, que hasta hace unos años era la favorita de los mercados. Y Rusia, su antigua antagonista, se hunde en una profunda crisis. Aunque las sanciones de la Casa Blanca no son el principal responsable, el auge del shale gas en EEUU y el derrumbe en el precio del petróleo sí ha tenido mucho que ver con los problemas del Kremlin.