En un sondeo publicado en este medio y que consulta la visión de altos ejecutivos de empresas respecto de sus previsiones para 2015, reveló que un creciente número de ellos está anticipando sendos recortes en sus estimaciones de inversión, utilidades y dotación.
En efecto, si se mira en forma detallada, el estudio constató que en todos los aspectos consultados las respuestas fueron más cuidadosas, en línea con el explosivo crecimiento que mostraron las estimaciones de que el próximo año el PIB crecerá menos de 3% (con un salto desde el 5% de los consultados que anticipaba eso en 2013 a un 65% de los encuestados en la actualidad).
Dentro de las previsiones, sin embargo, hay dos que merecen especial cuidado por lo que podrían suponer de aquí en más en materia económica y social. Se trata del aumento en el número de empresas que anticipa recortes en sus presupuestos de inversión y en sus dotaciones. De acuerdo con el estudio, en ambos casos el porcentaje de compañías que presupuesta 2015 con reducciones de dotación e inversiones se han duplicado entre un año y otro, saltando de niveles del 14% al 30% y más.
Esta constatación no debe ser desatendidas por lo que supone tanto a mediano y largo plazo, como por sus alcances en materia social. La evidencia muestra que una baja de la inversión tiene efectos futuros prolongados y que los deterioros en materia de empleo toman no poco tiempo en corregirse. Intentar contener ambos efectos debería ser de alta prioridad para todos los actores involucrados, en especial para las autoridades que han comenzado a admitir que las cosas han evolucionado peor que lo previsto.