Los agentes económicos han dado señales abundantes y crecientes de mejores expectativas económicas, las cuales comienzan a proyectarse al plano de las inversiones financieras, en particular a nivel de oportunidades bursátiles.
Al desempeño excepcional que en los últimos doce meses han mostrado varias empresas cotizadas, tras años de fría contención, los analistas del mercado suman lo que creen es un interesante potencial de crecimiento en sectores que en la jerga de mercado se definen como procíclicos, es decir que tienen una capacidad anticipatoria o de rápida incorporación en su performance de la evolución del ciclo económico.
En efecto, un esfuerzo de consolidación de expectativas realizado por este medio con diversas corredoras y analistas, indica que las recomendaciones a los inversionistas van en la dirección de tomar posiciones en rubros como la banca, el retail y, aunque ya creció bastante en 2017, también en el sector inmobiliario. A ellos se suman papeles de empresas ligadas a las materias primas, en la medida que puedan ver reflejadas en sus cotizaciones los mejores escenarios que se anticipan a nivel de la economía global.
En el caso de los tres primeros rubros se trata de sectores que por definición se conocen como altamente procíclicos, es decir por ser una especie de barómetro “ácido” en el sentido de poder anticipar en forma altamente correlacionada hacia dónde se encaminan las expectativas de los agentes económicos.
En este caso las apuestas apuntan en la dirección de una economía con consumidores más dispuestos a comprar, a endeudarse para adquirir bienes durables y a invertir en bienes raíces, es decir de consumidores con altos niveles de confianza en lo que viene para el país.