Ante la pandemia, un enfoque global

os esfuerzos por derrotar al Covid-19 tienen escala mundial desde el inicio de la pandemia. Correctamente, se ha observado que así como la rápida expansión de la enfermedad mostró una faceta peligrosa de la globalización, también en la globalización radican las mejores esperanzas tanto de desarrollar una vacuna o incluso una cura para el coronavirus, como de ponerlas al alcance de millones de seres humanos en todo el planeta.

Uno de esos esfuerzos fue reseñado por DF Más el domingo pasado, debido a que en él desempeña un rol un científico chileno radicado en Estados Unidos, el bioquímico Sebastián Bernales, también CEO de una empresa de biotecnología. A partir del trabajo de investigadores de la Universidad de California en San Francisco, se desarrolló —en alianza con Instituto Pasteur en Francia— un mecanismo para bloquear la entrada del virus a las células sanas, sobre el cual se publicaron ayer los resultados preliminares, hasta ahora muy promisorios. El rol del chileno, sucintamente, fue “conectar” la investigación científica con la aplicación clínica, además de asegurar aspectos de propiedad intelectual y del futuro escalamiento de una eventual vacuna.

En este proceso, como en otros similares durante la actual pandemia en distintos países, destaca la dimensión global tanto de la amenaza del Covid-19 como de su solución. Científicos, laboratorios, empresas, estudios de abogados, reguladores y gobiernos de todo el mundo participan, de distintos modos, en la tarea de enfrentar a la enfermedad. Casos como el relatado por DF Más de alguna manera remiten a la internacionalización de Chile entendida en un sentido amplio, no desde el forzosamente limitado prisma del intercambio económico y comercial.

Cuando algunos, en Chile como en otras partes, plantean mirar al mundo con recelo y preocuparse más de evitar los riesgos de la globalización que de aprovechar sus oportunidades, los esfuerzos para superar la pandemia pueden ser un útil recordatorio de lo que está en juego.