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Alto contrasteEsta semana ingresó a discusión el proyecto de ley de presupuestos para el sector público, correspondiente al año 2014. Como es habitual, al ingresar esta iniciativa legal al Congreso, suele quedar en suspenso buena parte de la agenda legislativa en debate. Este año el fenómeno podría acentuarse si se considera que la Cámara de Diputados efectuará un receso desde el 17 de octubre, en razón de las elecciones del mes noviembre, retomando actividades con posterioridad a las referidas elecciones.
Más allá de la importancia del proyecto de ley de presupuestos, y de los bemoles que pueda tomar la discusión en este año electoral, lo cierto es que existe una nutrida agenda legislativa con proyectos de ley que el Ejecutivo debiera abogar por concluir o dejar bien avanzados antes de terminar su mandato. Entre otras, hay iniciativas en el contexto de la modernización del Estado, como la que regula el lobby; la nueva institucionalidad del INE, la que crea la Comisión de Valores; y la que modifica diversos aspectos del sistema de Alta Dirección Pública, que son muy valiosas.
Lamentablemente, algunas de ellas han sido recientemente presentadas a discusión, lo que reduce la probabilidad de que sean concluidas antes que acabe esta Administración. La enumeración podría extenderse más considerando políticas públicas de corte social, educacional, laborales, de fomento a la competitividad, etc. Con el cambio de gobierno, es esperable que varias de las iniciativas, no concluidas, se paralicen a la espera de la evaluación que de ellas efectúe la nueva Administración. Ello pondrá una pausa, a veces muy prolongada, en materias en las que deben darse pasos decididos.
