A propósito de crisis autoinflingidas
“Temiendo que la audiencia estuviese aburrida después de más de dos años sin una crisis financiera, Europa y EEUU, ese veterano dúo cómico, decidieron montar un show de variedades”...
“Temiendo que la audiencia estuviese aburrida después de más de dos años sin una crisis financiera, Europa y EEUU, ese veterano dúo cómico, decidieron montar un show de variedades”, planteaba ayer Financial Times en su análisis sobre la situación económica global y las consecuencias de una “crisis autoinflingida”.
Las acciones más transadas de la bolsa chilena anotan una caída en torno al 10% durante el año, particularmente afectada por sectores como el retail, que han perdido sobre 24% en el mismo período. La crisis de La Polar ha provocado un impacto evidente, pero salvo este caso, es difícil encontrar muchas explicaciones para el pesimismo que parece rondar entre los inversionistas locales.
La economía chilena muestra cifras positivas. Por mencionar un dato reciente, la producción industrial aumentó 5,2% en junio frente a igual mes de 2010, lo que llevó a la Sofofa a reafirmar su estimación de crecimiento para la industria de entre 5% y 6% para este año.
El consumo interno sigue razonablemente vigoroso y la inflación, la mayor amenaza hace un par de meses, ahora parece contenida. La destacada economista de JPMorgan, Joyce Chang, recalca que los países emergentes son ahora el refugio de los inversionistas y que la demanda de China seguirá sosteniendo los precios de las materias primas, favoreciendo a economías exportadoras como la chilena. Un reciente informe de la Unctad colocó a nuestro país entre los 20 mayores destinos de inversión foránea. Así, hasta el Central podría revisar su decisión de seguir subiendo la tasa. No necesitamos que la política empañe este panorama ni que el afán populista nos cree una crisis.