Una nueva mirada para el desarrollo

No cabe de duda que durante los últimos años hemos sido testigos de profundos cambios sociales que han modificado la forma en que las empresas deben relacionarse con la ciudadanía y los entornos con los que interactúan.

Hoy en día las compañías desarrollan sus actividades en un escenario marcado no sólo por la desconfianza de las personas hacia las instituciones, sino que además por demandas cada vez mayores en materia de sustentabilidad, mejoras en la calidad de vida y generación de valor.

No es un fenómeno local, son exigencias que deben enfrentar industrias en todo el mundo. El concepto "no haga nada en mi patio trasero" (Nimby) está siendo reemplazado por "no construya nada en ninguna parte" (Banana), sigla en inglés que traduce el completo rechazo de las comunidades -muchas veces con argumentos emocionales sin base técnica- a la instalación de cualquier negocio o desarrollo. Como presidente de la 3a Conferencia Internacional de Responsabilidad Social en Minería – Srmining 2015 (gecamin.com/srmining), que se realizará en noviembre en Antofagasta, creo que es muy importante que la minería asuma los desafíos que nos presenta este nuevo contexto, sobre todo considerando la relevancia que este sector tiene en el crecimiento de Chile.

Temas considerados en el pasado como "blandos" -como la sustentabilidad, las relaciones comunitarias o los recursos humanos- son hoy aspectos centrales para explicar el éxito o fracaso de un proyecto, tanto como los temas técnicos e ingenieriles. Por esta razón, debemos tener una nueva mirada para ser capaces de considerar de verdad las necesidades, preocupaciones, anhelos y temores de las comunidades y grupos con los que convivimos. Un claro ejemplo es el programa "Somos Choapa", iniciativa en la que participa Minera Los Pelambres, que coordina y reúne los esfuerzos de las comunidades, representantes del Estado y las compañías privadas para el bienestar de esta provincia, de sus comunas y habitantes.

Como parte de la gran minería tenemos la responsabilidad de instalar una nueva mirada del negocio y hacerla extensiva, no sólo a través de iniciativas que fomenten una operación sustentable, sino también que contribuyan en forma concreta con el desarrollo y mejor calidad de vida de los entornos con los que convivimos. Sólo así las grandes empresas podremos mantener nuestras operaciones y proyectar su crecimiento, sustentadas en una licencia social que permitirá que sigamos aportando al país, a nuestros accionistas y a las comunidades con las que nos relacionamos.