Conexión a China | Tras el Cero Covid: prudencia y reactivación
Gonzalo Matamala-Ortiz, Gerente Asia-China Giddings Fruit, desde Shanghái
- T+
- T-
Gonzalo Matamala
“Jǐnshèn” significa prudencia y es el término utilizado por ejecutivos de Alibaba y Yum China para describir los desafíos que enfrentaremos en el 2023, tras un Año Nuevo Lunar que nos hizo olvidar los últimos tres años de aislamiento y complejidades económicas.
Todos los ejecutivos con quienes converso, que todavía permanecen en China, coinciden en que la reactivación económica evidenciada durante las festividades del año nuevo tras la liberación de medidas Cero Covid y la ansiada reapertura de fronteras, pareciera ser más rápida de lo esperado inicialmente. Así, por ejemplo, el FMI incrementó el potencial de crecimiento de China hasta un 5,2% para 2023, desde un 4.4% proyectado anteriormente. Así mismo, los resultados de enero en materia de manufactura superaron la marca de 50 puntos para ese mes, provocando un inesperado optimismo en los mercados internacionales.
La realidad es que China superó el desafío de la pandemia de manera bastante expedita tras la liberación de la política del Cero Covid, y el país se encuentra operando de manera prácticamente regular en casi todos sus aspectos. Sin embargo, los problemas subyacentes al crecimiento económico en China todavía permanecen presentes y no sólo radicaban en las medidas contra el Covid, también estaban relacionados con una crisis económica internacional –y la falta de órdenes de compra y reestructuración de las cadenas de suministro-, un sector inmobiliario y de infraestructura en serios problemas, y altos niveles de desempleo entre los jóvenes.
Los indicadores clave a ser observados en los próximos meses en China, para evaluar esta acelerada reactivación económica, estarán de la mano del índice de confianza de consumidores y las ventas a nivel retail. Ellos impulsarán el ansiado modelo de crecimiento económico basado en el consumo interno versus el de la inversión; por otro lado, el nuevo pilar previsional privado podría generar frescos recursos para la inversión –ante un estado con grandes nivel de deuda-; y finalmente, una probable reactivación económica internacional.
El mundo habrá iniciado un alejamiento respecto de China, pero ésta ha extendido sus redes y potencialidades, generando en Asia Pacifico ciertos círculos de dependencia demasiado importantes para ignorar e importantes para el desarrollo de nuestro país, los cuales deberemos seguir evaluando con una visión de largo plazo, apostando al creciente mercado de consumidores y su pujante clase media.
El Año del Conejo nos comienza a mostrar algunas de sus características más evidentes, con períodos de reposo y saltos en direcciones opuestas, los cuales deberemos leer e interpretar para entender el camino que hoy persigue el gigante asiático, en un mundo cada vez más turbulento.