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Transformación empresarial

Roberto Salas G. Gerente General Corporativo de Masisa

Por: Roberto Salas G. | Publicado: Viernes 10 de noviembre de 2017 a las 04:00 hrs.
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Roberto Salas G.

Con el mundo y los mercados en plena transformación a velocidad espeluznante, las empresas están exigidas a adaptarse.

Hay algunas preguntas clave. ¿Cómo hacerlo, y por dónde empezar? No es fácil con tantos expertos hablando y escribiendo, invadiendo los congresos, foros y correos electrónicos con opiniones diversas respecto de las múltiples tendencias: la automatización; transformación digital, big data o el edge computing, blockchain y el comercio electrónico; los Millennials; el cambio climático y otros fenómenos.

¿Debemos hacer un giro de timón o adoptar el gradualismo? Los riesgos están en exagerar el cambio o llegar atrasados a las tendencias. Para ponderar y mejorar la puntería lo que más sentido me hace es repensar tres elementos vitales de la empresa: el Ser, el Hacer y el Tener.

Redefinir el Ser es volver al fundamento del propósito, para qué existe la empresa, cuál debe ser su contribución, cuál es su rol en la solución que provee. Redefinir el Hacer es revisar la estrategia que llevará a la conquista de su visión y propósito, estableciendo cómo medirá su progreso y su éxito. Y el Tener, representa los cambios en las capacidades, recursos y paradigmas culturales para hacer posible esa estrategia. Así, la transformación se vuelve mejor dirigida y más integral.

Aplicando lo anterior, se debería pasar de ser un productor o proveedor a ser parte de una solución relevante para las personas u otras empresas, siendo un gestor de cambio en el contexto de las nuevas expectativas de los grupos de interés que impacta.

Por otro lado, la redefinición de su estrategia permitirá tomar decisiones que de otra manera no se harían preventivamente, como corregir su tamaño si éste no es el correcto, o aprovechar alguna oportunidad pendiente que le permita crecer. Además, cambiar su foco dentro de la cadena de valor donde convergen mejor sus fortalezas con las oportunidades que ofrecen las nuevas tendencias o cambios del mercado. De esta manera podrá definir eficazmente las nuevas tecnologías, digitales o de otro tipo, y los nuevos talentos que son necesarios para una situación distinta en procura de una nueva fórmula de éxito.

En conclusión, la transformación no debería ser empujada sólo por algún avance tecnológico, sino por una comprensión oportuna y renovada respecto a cuatro factores: Tendencias económicas, sociales y ambientales irreversibles; cambios en el mercado; tecnologías crecientes y nuevas expectativas de la sociedad respecto del comportamiento empresarial.

Darwin sentenció que las especies que perduran no son las más grandes ni fuertes, sino las que se adaptan mejor. Esta es la clave de la resiliencia y de las empresas que perduran. Muchos ejemplos lo demuestran.

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