Si pensabas que la jerga empresarial era confusa, espera a que hables con un médico
Pilita Clark
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Pilita Clark
Como casi todos los periodistas que conozco, pasé parte de la semana pasada jugando con ChatGPT, un nuevo chatbot de inteligencia artificial que puede escribir chistes, poemas, ensayos de estudiantes y, sí, columnas de periódicos.
Cuando le pedí que “escribiera una columna divertida”, respondió:
“Mientras estoy sentado aquí, escribiendo en mi computadora portátil, no puedo evitar sentirme como el idiota más grande del mundo. Y no, no es sólo porque pasé media hora tratando de descubrir cómo sacar a mi gato del teclado (alerta: fracasé miserablemente)”.
“Una nueva investigación muestra que los médicos hablan de una forma desconcertante y potencialmente dañina. Los médicos están conscientes de esto desde hace años, pero al igual que sus contrapartes corporativas que usan jerga, lo siguen haciendo a pesar de todo”
Siguieron 344 palabras más que fácilmente podrían haber sido escritas por un humano. No un humano muy brillante, pero a fin de cuentas un humano.
Escribió algunos clichés, y siento que la definición de “divertida” del chatbot no es igual a la mía. Sin embargo, sorprendentemente, logró evitar un defecto que continúa afectando a los humanos: la jerga.
De hecho, tenía una opinión negativa de algunos de los peores ejemplos de ese léxico —la jerga empresarial— y declaró que el uso de términos como “sinergias” o “indicador clave de rendimiento” (KPI, por sus siglas en inglés) puede ser “confuso o excluyente”. “En general”, dijo formalmente, “es mejor usar un lenguaje claro y directo que pueda ser entendido fácilmente por cualquiera que lo esté escuchando o leyendo”. Así es.
Todavía estaba pensando en esto un día después cuando me encontré con un nuevo estudio de investigadores de la Universidad de Minnesota sobre un tipo de jerga en la que no había pensado mucho antes: la jerga médica.
Es divertido reírse de la gente de negocios que habla de “la fruta al alcance de la mano” (una nueva idea que puede producir resultados inmediatos y beneficiosos). Es claramente peor decirle a un paciente algo sobre su salud que puede no comprender por completo.
Los médicos están conscientes de esto desde hace años, pero al igual que sus contrapartes corporativas que usan jerga, lo siguen haciendo a pesar de todo.
Por desgracia, esto significa que algunos todavía usan frases que la gente común piensa que significan lo contrario de lo que se pretende, especialmente cuando se trata de resultados “positivos” y “negativos” de pruebas.
Aunque el 96 por ciento de las personas entendían que un resultado negativo en una prueba de cáncer era una buena noticia, sólo el 67 por ciento sabía que la frase “sus ganglios son positivos” significaba que el cáncer se había propagado, encontraron los investigadores de Minnesota.
Los acrónimos también confunden. Algunos médicos todavía usan frases como NPO, del latín “nil pero os”, o nada por la boca, cuando quieren decir que un paciente no debe comer ni beber nada durante un período de tiempo.
El estudio muestra lo arriesgado que puede ser esto. Cuando a los participantes se les mostró el término: “Tendrás que ser NPO a las 8 a.m.”, sólo el 11 por ciento entendió lo que significaba. Pero el 75 por ciento sabía exactamente qué hacer si le decían: “No debes ingerir nada por la boca después de las 4 p.m.”.
Las palabras con un significado diferente en medicina también significan problemas. Cuando los médicos hablan de una “infección oculta”, se refieren a una infección que no es fácil de ver. En el estudio de Minnesota, más personas pensaron que tenía algo que ver con una maldición del ocultismo.
Los investigadores creen que su estudio es el más grande de su tipo y que es el primero en comparar qué tan bien las personas comprenden la jerga versus las frases que no son jerga. Pero no es de ninguna manera el primero en exponer el problema. Otras investigaciones de EEUU y Europa han demostrado que la jerga médica ha estado confundiendo a los pacientes con cáncer, a los diabéticos y a los padres de niños enfermos o bebés prematuros durante años.
La buena noticia es que la comprensión de los pacientes tal vez esté mejorando.
En 2001, un estudio del Reino Unido mostró que sólo el 52 por ciento de las personas entendían que la frase “el tumor está progresando” era una mala noticia, lo cual no sorprende, dado que el progreso generalmente significa que algo bueno está sucediendo. Pero el 79 por ciento de los participantes en el estudio de Minnesota sabían que esta frase en realidad significaba lo contrario.
No está del todo claro por qué podría estar aumentando la comprensión, pero la pandemia puede haber ayudado. Años de espera para ver si una prueba de Covid es positiva o negativa podría explicar por qué ahora existe un entendimiento casi universal de que una prueba de cáncer negativa es una buena noticia.
De cualquier manera, es mejor usar el lenguaje que cualquiera pueda entender instantáneamente, como “la prueba no muestra cáncer”. De esa manera, como dice el chatbot de inteligencia artificial, hay más posibilidades de que los médicos sean entendidos por sus pacientes, las familias de sus pacientes y entre ellos mismos.