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Alto contrasteSe discute en el Congreso un proyecto de ley para modernizar la Ley de Propiedad Industrial. Es de esperar que su texto final nos coloque en una situación superior al standard mínimo internacional, para ayudar a catapultar la innovación nacional y recibir más pagos de royalties desde el extranjero, que los que pagamos hacia afuera.
La propiedad intelectual está en una encrucijada, porque cada vez adquiere más importancia para los creadores de derechos y cada vez acumula más detractores, especialmente en el ámbito digital, de la salud y entre la gente joven. Consecuentemente, sus regulaciones deben perfeccionarse sin parar.
Por ejemplo, hoy se discute la patente unitaria en Europa. También, un grupo de expertos liderado por la Oficina Europea de Patentes (Tegernsee Group) está proponiendo soluciones a varios temas conflictivos, tales como el uso previo y de buena fe de inventos cuyas solicitudes de patente aún no se han presentado en un país determinado.
Entonces, hay que preguntarse ¿qué se está creando y protegiendo a nivel mundial? ¿Cuántos de esos derechos son protegidos en Chile? ¿Bajo qué condiciones? Son cientos de miles las nuevas tecnologías que surgen cada año a nivel mundial y que no se protegen en Chile. ¿Sabemos cuáles son? ¿Les estamos aprovechando, ya que son de libre disponibilidad? Chile no puede estar ajeno a todos estos temas, que ya tocaron nuestra puerta. Debemos aprovechar las oportunidades que se nos presentan y subirnos al barco del desarrollo sustentable.
En Chile nos gusta jugar en las grandes ligas, ingresar a la OCDE, liderar organizaciones internacionales, firmar tratados de libre comercio, pero no siempre estamos a la altura. Pasamos de la sequía a la inundación en 24 horas y de la clasificación a la eliminación en forma errática.
Decimos que tratamos bien al amigo cuando es extranjero, pero nuestros socios comerciales no siempre piensan lo mismo y, de vez en cuando, nos sacan crudas radiografías de incumplimiento que nos negamos a mirar. Muchas veces no se ve concordancia entre nuestros dichos y nuestros hechos. Hemos mejorado en muchos aspectos, pero aún queda un largo camino por recorrer.
Es evidente que el tratado de libre comercio con Estados Unidos, de 2004, ha hecho que se nos mida con otra vara que a nuestros vecinos, aún cuando es de los países “mejor portados” de la región y un importante socio comercial. Esta es una de las causas de que Chile integre la Priority Watch List de ese país.
Al firmar el tratado de libre comercio a Chile se le exigió más, porque se comprometió a más, y a veces sus promesas se concretaron y otras no. Actualmente, Estados Unifod está promoviendo con fuerza un tratado denominado TPP (Trans-Pacific Partnership) que se discute bajo total reserva entre países americanos y asiáticos. Es muy probable que se use al TPP para hacer cumplir, antes de ser firmado, lo que Chile pueda haber prometido el año 2004. ¿Estamos realmente preparados para integrar las grandes ligas? ¿Estamos arriba de un caballo de carrera o de un caballo de Troya?
