Bravos y Bustos en varias organizaciones, ¿cuándo saldrán a la luz?

Rafael Rodríguez

La creación de la Comisión Engel y el reciente cambio de gabinete dan la impresión de que se está volviendo a la normalidad en los casos que han sacudido al país. Una sacudida que ha dejado muchas víctimas y numerosos casos que se debaten entre el poder judicial, administrativo y los particulares afectados.

¿Será este el inicio de una nueva era en la que las cosas puedan volver a la normalidad y estos escándalos queden acotados a lo que ya se destapó? Es poco probable que esto ocurra puesto que sigue latente el riesgo de que surjan nuevas revelaciones a menos que se busque una solución definitiva a este problema.

Alguien comentaba que según el SII un altísimo porcentaje de las detecciones de fraudes tributarios tenían su origen en delaciones internas, son los Hugos Bravos que dan detalles precisos de boletas, facturas u otros mecanismos, que permiten identificar con rigurosidad cualquiera irregularidad desde las empresas. Por otra parte existen los Sergios Bustos que dan cuenta con la misma precisión detalles de quienes recibieron los fondos.

Los Hugos Bravo están en las empresas y los Sergios Bustos en las campañas políticas y aparecen por diversas razones; cuando los echan, -normalmente por un evento independiente-, o cuando no se les paga lo que ellos creen merecen recibir.

Como tienen información comprometedora para la empresa o el político, amenazan con usarla a menos que se les haga un pago desmedido por su indemnización, o cuando los pillan haciendo algo ilegal y les incautan el computador y el fiscal a cargo de la investigación se da cuenta que contiene información potencialmente vinculada a operaciones cuestionables y negocia con no llevarlo a la cárcel a cambio de que colabore en contar todas las operaciones discutibles, o quizás porque lo cuentan a terceros en una comida con algunos tragos de más dándose importancia por la información que manejan.

Tienen el poder de usar esa información en su beneficio y no tienen reparos en hacerlo si las circunstancias les son favorables según su juicio.

Como dicen los abogados "a confesión de partes, relevo de pruebas", cuando surgen, dan información quirúrgica, exacta, vinculan a todas las partes involucradas y el caso se arma con evidencia muy precisa.
Hay varios Hugos Bravo y Sergios Bustos en el mundo; el problema es que no se sabe donde ni cuando saldrán a flote.

En el financiamiento político todavía hay mucho que no ha sido revelado; basta comparar el monto declarado como sin sustento adecuado por SQM y los montos involucrados en quienes han sido querellados; hay bastante por explicar y montos importantes de financiamiento no asignados a campañas específicas.

Además se ha conocido el nombre de otras empresas involucradas en lo que podría llegar a ser un festival en el que no quede títere con cabeza, lo que le haría muy mal a Chile, de no mediar una salida general aceptable para la sociedad.

Por lo anterior, es necesario buscar una solución de punto final que "limpie" el pasado. A los interesados en una propuesta- pidiendo de antemano disculpas por la auto referencia-, recomiendo la lectura de mi anterior columna en este mismo diario.