Se acaba de conmemorar el tercer año en que la Alianza llegó a La Moneda. El gobierno reemplazó la posibilidad de una cuenta por un festivo acto, dando inicio a la campaña oficialista. La Fundación Chile 21, que desde 2010 realiza el seguimiento de los compromisos presidenciales, ha hecho públicas sus conclusiones.
El Ejecutivo ha logrado la aprobación del 51% de los proyectos enviados, concentrándose el 43,5% de ellos durante los dos primeros años. Ello demuestra la importancia del impulso inicial en mandatos de cuatro años.
Por otro lado, se demuestra que la oposición en el Congreso es bastante más cooperadora que lo que el gobierno está dispuesto a admitir. Ya en 2012, con elecciones municipales de por medio, el gobierno solamente pudo aprobar 7,3% de sus proyectos. En cuanto a su tramitación en el Congreso, 60% se encuentran en primer trámite constitucional y 39% sin urgencias. Ello hace prever que el año en curso, que concentrará la mayor cantidad de elecciones desde que se recuperó la democracia dado el debut de las primarias, mostrará una producción legislativa declinante.
Como la necesidad de ganar la elección orientará las decisiones, es probable que el bono Marzo no sea el único durante el año. lgualmente, se privilegiarán temas relativos a seguridad ciudadana, que siempre dan réditos electorales. Ante el retorno de Bachelet, no extrañaría que se orienten algunas medidas específicas hacia el público femenino.
Por otra parte, el gobierno ya ha anunciado que no será neutral en materia electoral. Es algo que no debiera sorprender, pero igual irrita que se anuncie que se incurrirá en una práctica que, como el intervencionismo electoral, la derecha denunció desde la oposición.
Todavía no resulta nítido el legado que dejará el presidente Piñera, pero una cosa está clara: a los conflictos de interés que han caracterizado su gestión hay que sumarle la incoherencia de replicar medidas que fueron tan críticadas en el pasado, como los bonos. Súmese la “comisionitis”.
Es el gobierno que más comisiones asesoras ha formado: 16 de un total de 36, constituyendo el 44,4%. Junto con desconocer el impacto de varias de ellas, vale la pena notar que su conformación ha sido menos plural y no se ha considerado el balance de género.