El padrón electoral no admite dilaciones
Consejera del Colegio de Abogados
- T+
- T-
Olga Feliú
El cambio del sistema de voto e inscripción obligatorias, a voluntarias, incrementó el padrón electoral en aproximadamente cinco millones, un crecimiento similar al que produjo el voto femenino.
Las informaciones para las nuevas inscripciones fueron proporcionadas al Servel por el Registro Civil. Distintas razones condujeron a que los datos entregados llevaran a la inscripción de personas fallecidas, de toda edad, no sólo mayores. Además, sobre la base de una norma legal relativa a antecedentes que debe proporcionar el Registro Civil, éste comunicó al Servel, contrariando la ley, numerosos cambios de domicilio. Más aún, por un ostensible acarreo de votantes -que es delito-. hay numerosas viviendas unifamiliares en distintas comunas del país que aparecen como el domicilio de 300 o más habitantes. Asimismo, hay comunas que tienen más inscritos que residentes en ella. Incluidos en las situaciones anteriores, o más allá de ellas, se ha informado que habría 463.442 ciudadanos cambiados de domicilio. Los hechos han quedado acreditados, de manera irredargüible, en declaraciones de las autoridades competentes, en reportajes de televisión y de otros medios de comunicación.
Las situaciones referidas hacen que nuestro padrón electoral y las inscripciones sean absolutamente faltos de certeza y seriedad. Son públicos y notorios los cambios de registro y comuna practicados, que carecen de toda causa.
Lo anterior permite afirmar que el país se encuentra hoy en completa incerteza respecto de la base de la democracia y de los derechos de las personas a elegir y ser elegidas. Desde el retorno a la democracia es la situación más grave que se conoce.
La determinación del origen de los errores, si éstos provienen de un servicio público o de otro, si sus causas son humanas o simplemente informáticas, y cuáles son las personas responsables, es altamente importante, pero su esclarecimiento es postergable, pues tal postergación no impedirá que, a futuro, se apliquen las sanciones que sean procedentes.
Lo que es de extrema urgencia es la corrección de los errores en los registros.
Tratándose de personas presumiblemente fallecidas, por la fecha de nacimiento, la solución puede ser un nuevo proyecto ley que dé estricto cumplimiento a lo resuelto por el T.C., en fallo recaído en proyecto anterior que no terminó su tramitación, fundado en la falta de publicidad de los excluidos del padrón electoral, pues no respetaba la protección de sus derechos.
La elección de parlamentarios y de Presidente de la República está fijada para el 9 de noviembre de 2017 y en esa oportunidad se requerirá un padrón electoral e inscripciones indubitadas. De acuerdo con la ley, el 9 de abril de 2017 debe encontrarse determinado el Padrón Electoral y en condiciones de que se practique una auditoría que la misma ley exige.
Para que las actuaciones requeridas se ejecuten dentro de plazo, y por los funcionarios competentes, debe procederse desde ahora, con la urgencia que amerita la materia.
En primer término, la señora Presidenta de la República debe proponer al Senado el nombramiento del integrante del Consejo del Servel que se encuentra vacante y el Senado prestar su aprobación por los dos tercios de sus miembros en ejercicio. Luego, este Consejo, que debiera actuar con su integración completa, proceder al nombramiento del director titular del Organismo para lo cual la Alta Dirección Pública ya le propuso, en el mes de agosto, una quina.
Lo mismo ocurre con el Registro Civil en que el cargo de director debe proveerse por el sistema de Alta Dirección Pública. Quien lo servía, antes del director recién removido, había sido nominado por el sistema ADP y fue desvinculado con ocasión de la huelga del organismo.
En esta materia no cabe hablar de porcentaje de errores, una persona omitida, o una persona a quien se cambió su domicilio, sin pedirlo, cuenta.
Zapallar es un ejemplo elocuente: hay varias personas -con nombre y apellido-, que se vieron impedidas de votar, que habrían podido desempatar e impedir una elección por sorteo.
En este tema no son posibles las postergaciones. La seriedad y confianza de nuestra democracia son las que están en juego.