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Columnistas

Oh my WhatsApp!

Por: Equipo DF

Publicado: Martes 4 de marzo de 2014 a las 05:00 hrs.

Dos días después de que se concretara la compra de WhatsApp por parte del gigante Facebook de Mark Zuckerberg, el servicio de mensajería instantánea tuvo uno de los blackouts más comentados de su joven historia. Varias horas sin conexión y el espacio preciso para que los usuarios de todo el mundo bromearan acerca de los nuevos dueños de la aplicación y los potenciales riesgos de esta transacción para sus seguidores.

Hoy, si eres gratis, es difícil ser compatible con un producto Facebook, aunque esa es la promesa que Zuckerberg ha sostenido junto a Jan Koum (inmigrante ucraniano de 38 años y quien hará las veces de CEO en la nueva fusión) y Brian Acton, ambos ex Yahoo, y creadores de este servicio que hoy suma más de un millón de nuevos clientes al día.

¿Qué significa realmente que Facebook haya anunciado la compra de WhatsApp por 
US$ 19.000 millones? En la práctica, además de lo astronómica de la cifra, significa nada menos que la compra más alta en la historia (no tan larga), de las redes sociales. Significa además que tras esta transacción, cerca de 
US$ 3.000 millones se repartirán en títulos entre los fundadores y, atención, los empleados del servicio de mensajería instantánea -cerca de 100 personas-, haciéndolos a todos prácticamente millonarios.

Así, WhatsApp se consolida en el mercado con 450 millones de usuarios (y suma un millón al día), un tráfico de mensajes mundial que a principios de año igualó al de los SMS (20.000 millones en 2013, aproximadamente); y una marca muy conocida, tanto como para que se evalúe incluir wasapear en los diccionarios hispanos o tenga un acceso directo en un teléfono móvil especial.

Un tremendo remezón en el mudo de las redes sociales, sin duda. Sobre todo, porque los creadores de esta aplicación, Koum y Acton, han declarado en varias oportunidades que no pretenden, ni quieren, ser una red social, una plataforma de juegos, ni un soporte publicitario, tres puntos en los que Facebook sí ha estado hincando el diente desde hace varios años.

Mientras se afinan los alcances y pagos del trato cabe preguntarse en qué parte de todo esto los usuarios podrían verse afectados. ¿Dejará de ser WhatsApp una aplicación gratuita y libre de la publicidad que ya ha invadido muchas redes sociales? Esperemos que la tan valiosa independencia que le ha valido su crecimiento y posicionamiento de marca siga siendo tal.

La ventana se abrió también para quienes hoy están más atentos que nunca con estos movimientos: servicios alternativos a WhatsApp, como Telegram o Line. Para ellos se abre la oportunidad de aprovechar baches, como el de hace unos días, o malas movidas, como decepcionar a los fieles usuarios de la aplicación con publicidad o cobros excesivos.

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