Luis Larraín

Creación de empleos, espíritus animales y patrón de crecimiento

Por: Luis Larraín | Publicado: Jueves 3 de febrero de 2011 a las 05:00 hrs.
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La creación de empleos durante el gobierno de Sebastián Piñera ha superado todas las expectativas. El presidente había planteado en su programa doblar la generación anual de empleos que se había registrado en el gobierno de la presidenta Bachelet, vale decir pasar de 100 mil anuales a 200 mil. Entre marzo y diciembre de 2010 se ha excedido con creces esta meta llegando a cerca de 350.000. Esta es una cantidad muy grande. Hay que pensar que una economía como Estados Unidos está creando hoy menos de un millón y medio de empleos anuales.



Algunos economistas, tomándose del hecho que la encuesta de empleo del INE cambió su metodología de acuerdo a un plan iniciado hace más de dos años para adecuarla a las normas de la OECD, han acusado al gobierno de mezclar peras con manzanas a la hora de contabilizar la creación de nuevos empleos. La información oficial del Ministerio de Hacienda ha sido cuidadosa en no cometer ese error y las comparaciones de la nueva encuesta de empleo se hacen contra cifras que fueron obtenidas con la misma metodología en su fase de prueba y no con las de la antigua encuesta. Pero no todas las informaciones provenientes de funcionarios de gobierno han sido así de claras y probablemente escudándose en ello Andrea Repetto y Cristóbal Huneuss decidieron calcular un factor, 2,7, que según ellos debe usarse para ajustar las cifras de empleo que entrega el gobierno. Pero eso es cometer el mismo error metodológico de sumar peras con manzanas que denuncian, pues construyen el factor simplemente comparando la creación de empleos que arroja una encuesta en relación a la que indica la otra encuesta.

Por lo demás, las cifras de la encuesta de empleo de la Universidad de Chile, que se toma en el Gran Santiago y no ha tenido cambio de metodología, avalan los resultados del INE al mostrar un importante incremento de los ocupados. Es más, si usamos esa misma encuesta para comparar la creación de empleos durante 2010 con la de períodos anteriores verificaremos que la generación de empleos supera en 1,5 veces la que se produjo en 2009 o 2,5 veces el promedio del período 2006-2009. Es cierto que las cifras de la creación de empleos nos han sorprendido un poco a todos por lo buenas que han sido. Ello puede llevar a una cierta cautela en el sentido de no considerar estas magnitudes como una tendencia, pero no debiera inducir a nadie a poner un manto de duda acerca de las cifras oficiales, ni menos a sugerir un factor de 2,7 para ajustar la creación de empleos que anuncia el gobierno.

La verdadera pregunta que hay que plantearse, más que dudar de las cifras, es por qué la economía chilena en el primer año de gobierno de Sebastián Piñera más que triplica la del período de Michelle Bachelet. ¿Tendrán que ver con ello los espíritus animales que según Keynes mueven a los empresarios a emprender (y, por lo tanto, a crear empleos) en ciertas circunstancias?Esto me recuerda una conversación con Edgardo Boeninger y Alejandro Foxley, entre otros, en que analizábamos la economía ante la eventualidad que ganara Piñera. Edgardo, preocupado como siempre por Chile, aún un par de meses antes de morir, mostraba su inquietud porque un Congreso adverso podría impedir que se realizaran reformas favorables al incremento de la productividad. Mi respuesta fue que aún sin reformas legales los espíritus animales que se desatarían tras un triunfo de Piñera aseguraban un gran impulso al empleo y al crecimiento.

Alejandro Foxley, que venía de un período en el extranjero y estaba marcado por la crisis que azotaba a los países desarrollados, me replicó que si yo estaba en lo cierto el problema iba a ser el patrón de crecimiento. A su juicio, había un alto riesgo de que ese crecimiento estuviera basado en el sector no transable y el consumo, aprovechando un ciclo positivo, y que después, cuando cambiaran esas condiciones, habría que pagar la cuenta. Al enterarme que el gasto fiscal creció en 2010 en un 7% real, superando el crecimiento del PIB, contrariamente a lo que podía anticiparse tras conocer las cifras a noviembre, me acordé de Foxley. La cuestión relevante hoy no es si se están creando muchos empleos o no, es un hecho que sí. El tema es el patrón de crecimiento y lo que está pasando con el tipo de cambio y el gasto fiscal no son buenas noticias.

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