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Columnistas

Los planes (programas) económicos 2.0

Luis Felipe Lagos M. Economista, consultor

Por: Equipo DF

Publicado: Miércoles 15 de diciembre de 2021 a las 04:00 hrs.

Para algunos, los programas de Gobierno no tienen importancia, incluso han declarado en el pasado que no los leen. Es cierto que muchas veces no se cumplen y hoy, con un Senado equilibrado, se requerirá negociar cualquier proyecto. No obstante, los programas son importantes en la medida que reflejan las ideas y prioridades de los candidatos, así como el tipo de sociedad al que aspiran.

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El nuevo plan del candidato Kast está centrado en recuperar el crecimiento de mediano plazo de la economía, sin el cual es imposible tener políticas sociales sostenibles en el tiempo. Su proyección es terminar el período con un crecimiento tendencial del orden de 4%. Esto es perfectamente posible. Previo al estallido y la pandemia, estimamos que si se recuperaba una tasa de inversión a PIB de 25%; la productividad creciera en torno a 1%; aumentaba la tasa de participación femenina y la calidad del trabajo, convergiendo hacia 2040 al nivel mediano de los países OCDE, el crecimiento tendencial podría elevarse a un 4,4%. Sin embargo, la incertidumbre asociada a la discusión en la Convención Constitucional podría retrasar el mayor crecimiento, o impedirlo, si la nueva Constitución no da certeza jurídica.

Si bien Chile tiene un problema de competencia tributaria, se condiciona cualquier rebaja en el impuesto corporativo a la sostenibilidad de las finanzas públicas. Esto es correcto, pues una rebaja de impuestos que perjudica la disciplina fiscal es una mala política. En el corto plazo, podría crecer la deuda para estabilizarla en 50% del PIB. Esto se lograría con un déficit fiscal de 1,5% del PIB, si el crecimiento fuera 3%.

Un eje central en el programa del candidato Boric es la mayor intervención del Estado en salud, pensiones, educación, vivienda, desarrollo productivo, llegando incluso a la creación de un Estado emprendedor. El programa es claramente refundacional y se aleja de uno que caracterizaría a la socialdemocracia.

Su nuevo plan contempla alzar la carga tributaria en cinco puntos del PIB, un 25% de aumento en cuatro años, lo que implica una velocidad mayor que en la propuesta inicial (ocho puntos en ocho años). Las mayores recaudaciones, como porcentaje del PIB, supuestas para un nuevo impuesto a la riqueza (1,3%) y royalty a la minería (0,8%), como por menor evasión y elusión (1,6%), están absolutamente sobrestimadas. Así, el intento de llevar a cabo este "impuestazo", junto a la desintegración del sistema tributario, hará caer la inversión, llevando a la economía a un virtual estancamiento, tal como en el período 2014-2017.

En materia de pensiones, el "Acuerdo Programático" de Boric es aún más confuso que el programa original. Ahora ya no se habla de cuentas nocionales (un registro) en el "ente monopólico estatal" que administraría toda la cotización incrementada a 16%, sino de cuentas personales. Pero con rentabilidad colectiva para 2/3 de los fondos y un 1/3 que sería simple reparto, lo que sabemos es financieramente insostenible. Se afirma que los fondos serán heredables como en las rentas vitalicias, pero éstas no consideran herencia, sino que entregan pensiones de sobrevivencia, a diferencia del retiro programado, donde sí se pueden heredar los fondos remanentes una vez que no haya beneficiarios de pensión de sobrevivencia. Tampoco se aclara si se podrá optar a mantener el stock acumulado en la administradora, dado que ésta ya no podrá cobrar una comisión, al no recibir el flujo de cotizaciones.

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