Con frecuencia hemos visto los problemas que han sufrido proyectos de inversión en nuestro país, privando a muchos de los beneficios asociados a la materialización de los mismos.
Prácticamente todos han estado impactados por temas sociales más que temas técnicos o ambientales. Varios contaban con aprobación ambiental y cumplimiento regulatorio. Igual se han caído. Parece ser que el cumplimiento regulatorio hoy es sólo necesario y no suficiente.
La comunidad ha privilegiado la vía judicial, por sobre las rutas disponibles en la legislación ambiental, llegando a lograr pronunciamientos de la Corte Suprema más apegada a la Constitución que a las leyes. Pareciera que a la comunidad poco le importa la vía ambiental.
Por otro lado, el Estado ha hecho esfuerzos en modificar la estructura legal ambiental, creando un ministerio, superintendencia, tribunales ambientales etc., que claramente serán un aporte. Sin embargo, probablemente no sea necesariamente el canal a seguir en este tipo de disputas.
Lo claro es que las demandas de la comunidad ahora son otras. Las comunidades quieren desarrollo concreto. Asegurar que la materialización de un proyecto efectivamente les genere oportunidades de desarrollo, no aportes puntuales, no donaciones, no más ambulancias y carros de bomberos.
Esa es la lectura a considerar para reinventar la forma de hacer los proyectos. Como su diseño inicial incorpora una relación inclusiva con la comunidad. De qué manera se les puede incorporar en la cadena de servicios y de valor. Así su beneficio y desarrollo estará ligado directamente con los resultados y mantención de la operación. Dejemos de pensar que las donaciones son suficientes. Definitivamente dejaron de serlo por buenas que hayan sido. Todos en la misma vereda. Cada uno cuida su fuente de desarrollo.
Se requiere un rediseño estratégico, pero por sobre todo la decisión y convencimiento para hacerlo y no tener miedo. Tarea de todos, partiendo por los titulares de los proyectos. Reinventar los fundamentos de los Planes de Inversión Social. El título de la película puede ser: “Valor compartido”.