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Lecciones de la última intervención cambiaria

Beltrán de Ramón Gerente División Mercados Financieros del Banco Central

Por: Beltrán de Ramón | Publicado: Miércoles 18 de noviembre de 2020 a las 04:00 hrs.
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Beltrán de Ramón

El Banco Central de Chile deja flotar la moneda desde 1999, medida que es clave para tener una política monetaria independiente. Pero se reserva la opción de intervenir en circunstancias excepcionales, si estima que la paridad enfrenta una volatilidad excesiva que puede dañar la confianza de los agentes o entregar señales equívocas de asignación de precios.

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En los 21 años que lleva este régimen, se ha intervenido en cinco oportunidades. Por la excepcionalidad de la política y el alto grado de desarrollo del mercado cambiario local, éstas han sido esporádicas, la última de ellas a fines de 2019.

En medio de la crisis social del año pasado se observó una demanda por moneda extranjera por parte de residentes, así como grandes vaivenes en el precio del dólar. Ese grado excesivo de volatilidad, además de generar inquietud, dificultaba la formación de precios y afectaba las decisiones de gasto y producción de agentes. Este fenómeno se fue exacerbando y a fines de noviembre tuvo su peak. Bastaba mirar las plataformas de negociación del dólar para observar que los vendedores habían desaparecido, los compradores abundaban y la diferencia entre el precio de compra y venta del dólar se amplió considerablemente, de 30 centavos a tres o cuatro pesos. En este contexto, hace un año el Consejo del BCCh dispuso la intervención del mercado cambiario con un monto de hasta US$ 20.000 millones, a través de una venta de dólares spot por hasta US$ 10.000 millones y de instrumentos de cobertura cambiaria (NDF) por hasta US$ 10.000 millones, a un plazo de 30 días renovable.

Durante cinco semanas el BCCh vendió US$ 2.550 millones spot y US$ 4.565 millones NDF. Cuando la volatilidad de la moneda volvió a niveles normales, el Consejo decidió suspender la venta spot y renovar las operaciones NDF para que el mercado terminara de ajustarse. Desde esa fecha, se renovaron las operaciones NDF y luego se dejaron vencer paulatinamente, durante el segundo semestre.

Si bien el programa de intervención cambiaria estará vigente hasta enero de 2021, hace un mes se produjo un hecho relevante: vencieron las últimas operaciones NDF. Dado este escenario, resulta pertinente revisar las lecciones que dejó este proceso.

Primero, se logró plenamente el objetivo de estabilidad financiera: la volatilidad bajó; las operaciones spot y de coberturas dieron la calma para el ajuste se realizase sin un daño a la economía; y el BCCh, con una medida adecuada para el objetivo, entregó certidumbre con 1/3 de lo anunciado.

En segundo lugar, se demostró que, independiente del plazo, una operación NDF puede ser tan útil como una spot cuando apunta a los objetivos correctos: entregar cobertura cuando transitoriamente no la produce el sector financiero. En las intervenciones anteriores lo más parecido había sido la emisión de deuda indexada al dólar y pagadera en pesos, en el 2001 y 2002, pero a plazos mucho más largos.

Por último, si bien el BCCh opera en cumplimiento de su mandato, que es estabilidad financiera y de la moneda, la intervención cambiaria puede indirectamente disminuir las pérdidas por mantener reservas internacionales. Por ejemplo, las divisas spot fueron vendidas en diciembre del año pasado a un promedio de $ 772, habiéndose comprado a un promedio de 482 pesos en 2011.

Este actuar del BCCh refleja no sólo su permanente atención por el desenvolvimiento de los mercados en que opera, sino también la disposición de su Consejo para actuar de manera oportuna y decidida para resguardar el cumplimiento de su mandato.

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