Brasil y México están liderando a América Latina en salir de una profunda recesión inducida por el coronavirus, pero las crónicas debilidades económicas mantendrán a la región como la de peor desempeño en el mundo en desarrollo. El continente ha sido el epicentro mundial de la pandemia desde principios de junio, y representa más del 40% de las nuevas muertes por Covid-19 en el mundo a pesar de tener sólo el 8% de la población.
La escala de la crisis ha asestado un duro golpe a las economías que ya se encontraban en mal estado. Si bien Brasil y México adoptaron un enfoque más laissez-faire con respecto al coronavirus, la mayoría de las otras economías de América Latina se vieron afectadas por confinamientos estrictos que duraron mucho más que los de Europa o Asia.
Se pronostica que el producto interno bruto (PIB) de la región caerá un 8,2% este año, según Bank of America (BofA), un resultado mucho peor que en el Medio Oriente, África o Asia emergente. El próximo año, una débil recuperación significará que América Latina ni siquiera compensará la mitad de la producción perdida, creciendo sólo un 3,5%, según BofA.
Las mayores revisiones recientes de los pronósticos han sido para Brasil, donde la mayoría de los bancos esperan ahora una caída de alrededor del 5% en el PIB este año, en lugar de la caída del 7% u 8% pronosticada anteriormente. Las previsiones para 2021 pronostican un crecimiento de poco más del 3%. Brasil entró en la crisis con finanzas públicas débiles y el presidente Jair Bolsonaro enfrenta una decisión poco envidiable en el período previo a las elecciones de 2022: puede retirar el gasto gubernamental adicional que ha ayudado a que la economía se recupere rápidamente; o seguir gastando a pesar de los altos niveles de deuda pública, arriesgando una crisis del mercado financiero.
Argentina, la tercera economía más grande de América Latina, ya estaba en una profunda recesión antes de que surgiera el virus. Uno de los confinamientos más largos del mundo, en vigor desde mediados de marzo, no ha logrado contener la propagación de la infección y la economía permanece en estado de coma. Se espera que el PIB caiga un 11,5% este año, según las previsiones de Citibank.
Las otras economías regionales importantes que impusieron confinamientos rápidamente y con fuerza fueron Colombia, Chile y Perú. Esperaban emular el éxito de Europa en contener el virus rápidamente, pero no pudieron prever cómo las grandes economías informales y los barrios marginales urbanos densamente poblados socavarían tal estrategia en América Latina.
Perú fue elogiado internacionalmente por cerrar temprano y de forma estricta, a la vez que anunció una serie de medidas de estímulo para ayudar a los pobres. Pero aun así, el virus arrasó los grandes mercados de alimentos abiertos del país, lo cual resultó en el segundo número de muertos más alto per cápita del mundo después de Bélgica, según datos de la Universidad Johns Hopkins. Como resultado, la economía de Perú colapsó en un 30,2% interanual en el segundo trimestre, una de las peores caídas del mundo. Sin embargo, la economía se está recuperando rápidamente y se prevé que crecerá con mucha fuerza el próximo año.
Por razones similares, también es probable que Chile salga de la caída del coronavirus en mejor forma que la mayoría de sus vecinos. Colombia, sin embargo, se verá frenada por el continuo alto nivel de muertes por virus y una débil respuesta fiscal.