La reactivación tiene un nuevo aliado
Carlos Molina Zaldívar Socio Molina Ríos Abogados
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Carlos Molina Zaldívar
El Ministerio de Obras Públicas, Codelco y Sernageomin están entregando una potente señal en pos de la reactivación económica, que ha pasado casi desapercibida en la opinión pública. Al incorporar en los grandes y medianos contratos de minería, energía y construcción las pólizas de seguros de ejecución inmediata como instrumentos de garantía, lo que están haciendo es permitir que grandes y medianas empresas constructoras y proveedores accedan a una nueva herramienta financiera, con lo que al mismo tiempo, pueden poner en circulación importantes sumas de dinero que hasta hoy se encontraban estancadas.
Se estima que esta medida beneficiará a lo menos a 700 compañías contratistas por fondos cercanos a los US$ 560 millones, y se podrán cubrir contratos de mediano y largo plazo. Las principales ventajas de las pólizas de garantía de ejecución inmediata, frente a las tradicionales boletas bancarias, es que las primeras no requieren que el tomador se endeude al momento de contratarla, sin afectar, en consecuencia, su capacidad crediticia ni tampoco su capital de trabajo. Por el contrario, disminuye de manera importante sus niveles de endeudamiento en el sistema financiero. Por otra parte, la póliza de garantía de ejecución inmediata ayuda a mejorar la obtención de capital de trabajo para quienes intervienen en el sector minero, energético y de la construcción.
Este tipo de medidas reactivadoras de la economía permitirán que muchos contratistas, subcontratistas y proveedores migren desde la boleta bancaria a la póliza de garantía, tanto en los proyectos vigentes como en los que veremos en un futuro cercano.
Las pólizas de garantía de ejecución inmediata son equivalentes a las tan conocidas boletas bancarias que se exigen en la gran mayoría de los proyectos de minería, energía y construcción; pero hoy, al permitir la utilización masiva de este tipo de pólizas, se incrementará la sana competencia entre estos dos instrumentos financieros, liberando en parte las ya estresadas líneas de crédito bancarias de varios contratistas, subcontratistas y proveedores.
Esta correcta flexibilización permitirá colaborar en la inyección del tan necesario y esperado flujo de dinero al mercado, permitiendo que las constructoras y sus proveedores tengan más alternativas de financiamiento para poder participar en los planes de reactivación que recién anunciara el gobierno. En atención a los necesarios y esperados beneficios ya vistos, parece aconsejable que este tipo de medidas sea replicada por un mayor número de empresas del sector tanto de la minería como de la energía y la construcción, ya que permitirá la reutilización de recursos, liberando capacidad de crédito e incentivando la reactivación de la economía que tanto necesitamos en estos tiempos.