Click acá para ir directamente al contenido
Columnistas

La necesaria diversificación industrial

Por: Equipo DF

Publicado: Viernes 9 de agosto de 2013 a las 05:00 hrs.

El desarrollo de Chile ha estado históricamente ligado con la producción y exportación del cobre. Cuando su precio comenzó a caer se mantuvo cierto optimismo de que el impacto en la economía chilena sería limitado. Pero en los últimos meses, las repercusiones se han hecho visibles, y el Banco Central proyectó que su precio promedio apenas superará los 
US$ 3 la libra en 2014, lo que al menos debería ser motivo de cautela y vigilancia.

De hecho, en el primer trimestre de 2013 se paralizaron inversiones en proyectos mineros por unos US$ 2.500 millones, y la recaudación fiscal por impuestos provenientes de la minería cayó en un 42%. Lo anterior afecta obviamente el crecimiento de otros sub-sectores, y se traduce también en una caída de las expectativas respecto de la economía nacional.

No es un problema sólo de precios, sino también de frenos en la industria local, lo que claramente se refleja en la pérdida de competitividad de la industria minera en Chile. Según cifras de Cochilco, mientras la producción de cobre en Chile entre 2011-2016, crecería 4 % anual, la de Perú se multiplicaría 12% anual; y la de México 18%. Por cierto, la producción de esos países aún no se compara en volúmenes con la chilena, pero sí muestra un dinamismo que hoy parece algo lejano en Chile.

Frente a este escenario, la pregunta que nos hacemos como gremio es ¿cómo va a responder el país al fin de un ciclo de bonanza de su principal industria? Como Asimet creemos que, por una parte -y de la mayor importancia- aumentando la productividad, y por la otra, diversificando nuestra base industrial.

En ambas materias es necesario consensuar entre los sectores público y privado una política industrial moderna, que permita construir las bases para que prosperen nuevos emprendimientos y se atraiga la inversión extranjera, en un esfuerzo que apunte a la creación de mayor valor agregado en nuestra economía. En este sentido, nos llama la atención no haber visto en las candidaturas presidenciales propuestas concretas sobre esta materia, como tampoco en temas relacionados con la diversificación de la base productiva del país, que sean capaces de crear más empresas que generen buenos empleos y sostenibles en el tiempo.

La necesidad que Chile cuente con una base industrial sólida es un discurso que como gremio hemos repetido hasta el cansancio, y seremos majaderos en seguir repitiéndolo, porque estamos convencidos que es el único camino posible para que alcancemos el tan anhelado desarrollo.

Te recomendamos