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La importancia del factor humano

Diego Hernández

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Diego Hernández

La situación en la industria minera requiere de nuestros mejores esfuerzos. Hoy nadie permanece indiferente a los desafíos de productividad que enfrentamos para poder proyectar a la minería hacia los niveles que requiere el sector y el país.

En los últimos años se ha ido demarcando con claridad el escenario productivo en el que debemos trabajar. Actualmente el horizonte respecto de nuestros costos y de nuestra productividad nos obliga a pensar y orientar nuestras acciones dentro del campo en que podemos efectivamente generar cambios. Cómo podemos actuar y cómo esto impacta en nuestra competitividad debe ser el eje central de nuestra agenda estratégica.

Durante este año, la industria ha avanzado y logrado cifras alentadoras en la reducción de costos, pero aún falta mucho para que logremos retomar el dinamismo que requiere nuestra cartera de proyectos. Para esto es fundamental entender que hay campos de acción a nivel global que escapan de nuestras manos, pero a nivel local tenemos que generar instancias de diálogo y capital social que nos permitan preservar y fortalecer a la industria que representa un 13% del PIB y un 60% de las exportaciones de Chile.

En este marco debemos avanzar en la generación de alianzas reales a nivel público-privado, en la relación con las comunidades y en la relación con nuestros trabajadores y proveedores. Entendiendo que la industria minera no solamente produce beneficios para el sector y sus beneficiarios directos e indirectos, contar con una minería potente es un motor muy importante para el desarrollo de las comunidades y también de la industria de tecnología y de servicios asociados.

Dentro de nuestros desafíos directos de productividad resulta fundamental entender que la inversión que genera desarrollo en la industria no sólo se da a nivel de la ejecución de los grandes proyectos, sino que también en iniciativas de real impacto en nuestras personas, sistemas y condiciones de trabajo. Asimismo, es necesario pensar en la forma en cómo nos organizamos y agregamos valor a nivel sectorial.

La viabilidad y eficiencia de la minería requiere una mirada más profunda desde su dimensión organizacional. Asuntos tan importantes como la preparación y eficiencia de las personas, la aplicación eficaz de tecnologías, la capacidad de generar relaciones de colaboración con proveedores que agreguen valor al negocio e incorporen las mejores prácticas que se desarrollan a nivel mundial, y la innovación con impacto en el negocio son algunos de los ejes de acción en que resulta fundamental trabajar. La productividad es un tema complejo y hay que tener la capacidad de abordarlo en todas sus dimensiones.

Este año tendré el honor de presidir el 3er Seminario Internacional en Gestión de Capital Humano en Minería, Hrmining 2014 (gecamin.com/hrmining), donde precisamente estamos convocando a todos los actores relevantes de la industria para reflexionar, conocer experiencias internacionales y pensar en conjunto cursos de acción a seguir para abordar en profundidad los desafíos de la productividad. Debemos tener muy en cuenta que nuestra industria es cíclica y debemos estar preparados para el repunte, pero con capacidades instaladas y las lecciones bien aprendidas.

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