La contención al emprendedor

Camila Sánchez

Hace una década, sólo el 8,7% de los chilenos tenía intenciones de emprender. Hoy esa cifra se quintuplicó llegando al 43% y sigue subiendo con el tiempo según el GEM (Global Entrepreneurship Monitor, estudio que mide la actividad emprendedora) ¿Por qué más chilenos quieren emprender hoy? ¿Tendrá algo que ver las nuevas generaciones de milennialls o, al contrario, generaciones que no quieren apagarse laboralmente? ¿La situación económica?, ¿desempleo?, ¿calidad de vida? Lo que queda claro es este aumento de emprendedores que hoy se han transformado en un importante motor económico para el país. Un dato no menor que entrega el SII es que el 98% de las empresas constituidas son Pymes lideradas por emprendedores.

¿Debería el Estado entonces recapitular y actualizar las facilidades a esa gran cantidad de chilenos que opta por tomar esa opción? ¿Es responsable pensar en que son suficientes las políticas públicas que se toman dado el incremento de chilenos que emprende y necesita ayuda económica para empezar? ¿En qué se comprometen los privados realmente cuando dicen que apoyan a las Pymes y emprendedores? Muchas preguntas que apuntan a que el crecimiento de los emprendimientos ha sido exponencial, pero es aconsejable que se den las correctas condiciones para acogerlos.

Se tiene una idea popular de que emprender o tener el negocio propio significa no tener un jefe, no cumplir horarios, tener vacaciones cuando se quiere, manejar su propio tiempo y recursos, pero ¿se tendrá conciencia que el 80% de ellos fracasa el primer año, que probablemente significa trabajar más que en un trabajo como empleado, que no se verán ganancias por un buen tiempo al comienzo, y que significa tremendos esfuerzos tanto económicos como personales? No es la idea ser aguafiestas, pero creo importante dado el crecimiento y el interés que ha suscitado, mostrar realidades, tomar conciencia y exigir a los “padres” como el Estado que se mejoren las facilidades y también a los privados ofrecer ayudas más responsables y reevaluar medidas como el aumento del plazo de pago de 43 a 53 días. Son casi 2 millones de chilenos los que se juegan por un emprendimiento (datos SII) y quizás quién sabe cuántos más que no están constituidos por ser muy pequeños aún.

Creo importante destacar, como contraste, que así como ha crecido este número, también han aumentado las escuelas, aceleradoras, incubadoras, talleres en universidades y municipalidades, que mucho aportan en apoyar y guiar a los emprendedores. Esto es vital para que baje esa tasa de deserción en el camino y que el “tirarse a la piscina” sea probando con el dedito del pie primero como está la temperatura del agua.