La columna de J.J.Jinks: Imparable
En medio del desastre que ha traído el virus al turismo, Airbnb está próximo a abrirse a la bolsa. El momento es curioso, especialmente cuando su fundador y CEO Brian Chesky lleva años haciéndole el quite para angustia de los inversores tempranos y de los empleados con opciones al que es el sueño de buena parte de los emprendedores: ver su compañía listada.
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La columna de J.J.Jinks
En medio del desastre que ha traído el virus al turismo, Airbnb está próximo a abrirse a la bolsa. El momento es curioso, especialmente cuando su fundador y CEO Brian Chesky lleva años haciéndole el quite para angustia de los inversores tempranos y de los empleados con opciones al que es el sueño de buena parte de los emprendedores: ver su compañía listada.
Siempre fui un gran gozador de los encantos de la hotelería. El desayuno buffet, las toallas siempre más esponjosas que las de la casa, la bata alba con carteles cada vez más grandes para que las personas no se la llevaran, todo me gusta, pero pese a sus ingentes esfuerzos, las amables sonrisas y el cantarín "Good evening, Mr. Jinks", los he traicionado. Hoy cuando pienso en viajar, y vaya que lo he hecho en esta pandemia (pensar, no viajar), la idea que se me dibuja es una casa o un departamento arrendado.
La plataforma digital Airbnb vino a solucionar de un guascazo varios de los problemas asociados a viajar. La posibilidad de compartir familiarmente dentro de un mismo recinto, la muy agradable oportunidad de poder cocinar y no tener que estar por obligación comiendo en restoranes y, por supuesto, un precio sustancialmente menor que la equivalencia en hotelería.
En medio del desastre que ha traído el virus a la industria del turismo, Airbnb está próximo a abrirse a la bolsa. El momento es curioso, especialmente cuando su fundador y CEO Brian Chesky lleva años haciéndole el quite para angustia de los inversores tempranos y de los empleados con opciones al que es el sueño de buena parte de los emprendedores: ver su compañía listada. Chesky tenía otros objetivos, y sus energías estaban en convertir a la compañía en un one-stop-shop donde el viajero no sólo pudiese arrendar alojamiento sino además acceder a todos los servicios que requiriese en su periplo, una especie de agencia de viajes global y digital. Varios de los planes de Chesky quedaron postergados y hoy el IPO es fundamental para el desarrollo futuro de la compañía.
Airbnb perdió casi setecientos millones de dólares en los primeros nueve meses del año, pese a eso son pocos los que dudan sobre el éxito del modelo de negocios en el mediano y largo plazo. El crecimiento de usuarios y de lugares para arrendar ha sido explosivo, la experiencia de los usuarios es habitualmente buena y el servicio al cliente es de alta calidad. La irrupción de la plataforma no ha estado exenta de detractores por buenas razones. La aparición de inversionistas que han apostado fuertemente en el sector inmobiliario para generar renta a través del servicio de Airbnb ha presionado los precios al alza en las principales ciudades del mundo y modificado la vida de muchos residentes que han visto que de un día para otro su departamento vecino pasa a ser un lugar de alquiler con las molestias o temores que ellos conlleva.
Han aparecido legislaciones en varias ciudades buscando poner limitaciones al uso de este servicio, en Barcelona por ejemplo la oferta está restringida y sólo quien tenga un permiso puede arrendar para estos efectos. Sin duda, uno de los desafíos mayores para la compañía es la interacción con las ciudades y sus autoridades, pero cuesta creer que un servicio que es altamente apreciado por los ciudadanos a nivel global pueda ser detenido a punta de regulaciones por bienintencionadas que sean.
"Me dieron ganas de aplaudir", dijo esta semana el gran goleador inglés Gary Lineker luego de ver desparramados por la cancha a sus compañeros de selección Hoddle, Reid, Butcher, Fenwick y al arquero Shilton quienes se trataron de oponer "al Diego" un 22 de junio de 1986. A veces, es lo más sabio, tratar de oponerse dentro de las propias capacidades si se está cumpliendo un rol, pero no por ello dejar de aplaudir el imparable ingenio y habilidad humana.