Reflexiones sobre la reforma laboral
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Kathleen Barclay
En línea con el objetivo de la Cámara Chileno Norteamericana de Comercio, AmCham Chile, de ser un puente entre los sectores público y privado, y generar espacios de diálogo que colaboren con el desarrollo de políticas públicas, constituimos una mesa de trabajo para analizar el contenido de las modificaciones al Código del Trabajo que propuso el gobierno para modernizar el sistema de relaciones laborales.
AmCham es una asociación gremial integrada por más de 550 empresas, las cuales generan en Chile más de 430.000 puestos de trabajo, por lo que dado el número de empresas socias, así como su diversidad de sectores y tamaños, creemos que puede hacer un aporte relevante a este proceso. Por ello, esta mesa luego de varios meses de trabajo elaboró un documento con su visión sobre el proyecto de reforma laboral, el cual se entregó la semana pasada en una mesa redonda a la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, como un aporte para el proceso de análisis legislativo que actualmente se está llevando a cabo.
Creemos que se trata de un proyecto relevante y que tiene un impacto directo en un tema esencial para el crecimiento del país como es el empleo y la calidad de éste. Es por ello que una de las bases de nuestra propuesta es intentar promover tanto la protección de los trabajadores como el funcionamiento de las empresas. En este sentido, consideramos esencial conjugar elementos como el resguardo de las libertades individuales, la transparencia de los sindicatos ante sus afiliados y la sociedad, la protección de la información privada de las personas y el fortalecimiento de un entorno favorable al desarrollo económico, la contratación, la inversión extranjera y la competitividad del país.
Estas recomendaciones se basan en tres principios rectores. Primero, determinar gobiernos corporativos para los sindicatos, pues la incorporación de normas de transparencia y el establecimiento de responsabilidades de los dirigentes sindicales permitirá ordenar y fortalecer el movimiento sindical, asegurando que respondan a las bases de sus organizaciones. Una medida para garantizar ello es la creación de una Superintendencia de Sindicatos que supervise el cumplimiento de los acuerdos de las asambleas sindicales, el respeto de los estatutos, la información financiera y las formas de financiamiento. Este principio aporta una línea de trabajo innovadora en torno a la reforma laboral y es un asunto fundamental, sobre todo, en el contexto de la necesidad para todas las instituciones de ser transparente para mantener su legitimidad.
El segundo, es la libertad individual, que dice relación con la libertad de los trabajadores para afiliarse o no a los sindicatos y a la posibilidad de establecer grupos negociadores para acordar beneficios, los que deberían contar con igual certeza jurídica que los reconocidos en el proyecto a los acuerdos celebrados por los sindicatos. La misma libertad es aplicable a los trabajadores en caso de huelga, desde la perspectiva de poder elegir no continuar en la misma (mediante la figura del descuelgue), a censurar a la directiva sindical cuando su actuar deje de obedecer a los mandatos de las bases.
El tercer principio es la continuidad de las operaciones. Si bien la huelga es un instrumento legítimo de los trabajadores en un proceso de negociación colectiva, ésta no puede poner en riesgo el funcionamiento absoluto de las empresas y la economía, pudiendo ser causa de un grave perjuicio a la comunidad o un daño irreparable a la compañía. Consideramos de suma importancia contar con mecanismos de reemplazo en huelga, tal como ocurre en diversos países desarrollados que muestran buenos índices de crecimiento y empleo.
El riesgo de no hacerlo es considerable. Las legislaciones que consagran la huelga sin reemplazos ni descuelgue crean un riesgo económico y operativo tan fundamental para las empresas, que se transforman en un poderoso incentivo para re-dirigir las inversiones extranjeras y provenientes de multinacionales hacia otros países con regulaciones menos severas en esta materia, lo cual se contrapone a la política y anhelo de posicionar a Chile en una plataforma de negocios regional.
Este análisis de AmCham en torno a la reforma laboral busca contribuir a su discusión, ofreciendo reflexiones, basadas en la experiencia práctica de nuestros socios, que permitan acercar las posiciones entre los sectores público y privado. Asimismo, tiene por objetivo aportar a la elaboración de una mejor legislación, que vele por el entendimiento entre empleados y empleadores, dando las necesarias seguridades al desarrollo económico, la empleabilidad y el crecimiento del país.