Gestión de riesgos
Jorge Delpiano SOCIO ÄREA CORPORATIVA GUERRERO OLIVOS
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Jorge Hermann
La mayoría de los desastres corporativos delúltimo tiempo reside en un factor común, losprocedimientos negligentes y dolosos de laspersonas. Si bien las empresas tienen cada vezmayores controles y sistemas de proteccióncontra los riesgos inherentes al sector industriala que pertenecen, no han incorporadodebidamente los riesgos de la gestión de losnegocios provenientes de sus administradoresy directivos. Este comportamiento no solo estáen la incompetencia o falta de habilidades,sino también en factores que muchas vecesestán unidos al cumplimiento de objetivosque se les imponen al personal que resultanser incentivos perversos y riesgosos. Tambiénestá presente la codicia, la ambición, la faltaa la ética, a la prudencia, a la sensatez.¿Dónde están los controles para evitar queocurran situaciones que se contravienen conlas buenas prácticas y la legalidad? Cada vezque ocurren hechos desastrosos escuchamosdecir que no se sabía o que no se tenía conocimientode lo que estaba ocurriendo. ¿Porquélos directores de las compañías se quedancon lo que la administración les informa yno hacen uso de la obligación y del derechode informarse?
Las empresas se esfuerzan por mejorar losmodelos de gestión de riesgos, pero no quedaclaro si estos modelos incorporan elementospara prevenir la deficiente calidad en la gestión.Lo ocurrido en París puede deberse auna falta de capacidad de las autoridades deprevenir los riesgos a que nos podemos verenfrentados. ¿Acaso los riesgos no existen igualen las empresas y las autoridades corporativasson incapaces de prevenirlas? En fin, son numerososlos argumentos económicos, moralesy sociológicos que hacen que la gestión deriesgo es un tema que las empresas debencuidar y que enfrenta a ejecutivos y directoresy ambos con los accionistas.La falta de una adecuada prevención deriesgo en las personas se presta para múltiplesmalos manejos, con las consecuencias quehemos visto. Los incentivos como el pago debonos por cumplimiento de objetivos, creo queen sí no son malos, pero hay que cuidar queno sean perversos y riesgosos. Prohibiciones,regulaciones y otros no van a terminar con lasinmoralidades. La crisis subprime del 2008demostró cómo ciertas conductas de ejecutivoshicieron caer empresas y por consiguiente lapérdida de valor para sus accionistas y sinembargo, se les pagó a dichos ejecutivossuculentos bonos. Me rehuso a creer que másregulaciones salvan estas situaciones.