Incertidumbre en la dirección
Volatilidad e incertidumbre como las que han mostrado los mercados y bolsas del mundo por estos días constituyen verdaderas pruebas de fuego...
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Volatilidad e incertidumbre como las que han mostrado los mercados y bolsas del mundo por estos días constituyen verdaderas pruebas de fuego para los directivos en diversos puntos del globo. Es en estos estados de situación donde se prueban (o reprueban) las condiciones de toma de decisión sobre episodios, coyunturas y tendencias que seamos capaces de identificar.
Tanto experiencia como los estudios muestran como estos procesos fuerzan las resilientes pulsiones creativas de empresarios y directivos, posibilitando notables saltos en la linealidad de los procesos y generando potenciales nuevas oportunidades de desarrollo. Es cierto que los niveles de estrés que deben soportar los sistemas no tienen buen diagnóstico, como tampoco una vía regia de solución para los directivos menos ejercitados en las perspectivas del pensar estratégico (el que debiera ser connatural a la vida de un directivo, por cierto). La falta de dominio y selección de información de calidad para la dirección de empresas, no solo es un problema en manos de quienes deben guiar escogiendo las señales apropiadas del camino, lo es también para quienes le acompañan.
Como hemos señalado en nuestros trabajos y publicaciones (Garrido, 2007, 2009, 2012) la sola información no es requisito suficiente para la toma de decisiones, ya que aun cuando tengamos la capacidad de extraer desde el entorno datos y señales claras y adecuadamente decodificadas, debemos tomar apropiadas decisiones a partir de ellas, basados en nuestras intuitivas y racionales convicciones: tal como vienen haciendo los estrategas de toda la vida.
Alguien podrá sugerir que los estrategas del 300 a.C. (Kautilya) o del 500 a.C. (Sun Tzú) no tenían los problemas de volatilidad e incertidumbre que a los directivos de inicios de este siglo les toca enfrentar. No nos engañemos: el problema de escogencia de la información apropiada para la toma de decisiones sigue siendo el mismo, así como también la incertidumbre en la toma de decisiones. Estar preparados para ello sigue siendo el problema.