Impacto de la crisis europea sobre Chile
Europa representa alrededor del 25% del PIB mundial. Por ello, la recesión que afecta a muchas economías del viejo continente...
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Europa representa alrededor del 25% del PIB mundial. Por ello, la recesión que afecta a muchas economías del viejo continente tiene repercusiones mundiales. Esta crisis tiene varios aspectos, que pueden repercutir adversamente sobre Chile.
En primer lugar hay un grave problema de sobre-endeudamiento de los diferentes sectores públicos, que combinado con un alto déficit fiscal, genera una situación fiscal insostenible a futuro. Los endeudamientos más fuertes se observan en Grecia (160% del PIB) e Italia (120% del PIB), así como Irlanda y Portugal (se acercan al 100% del PIB). Estabilizar estos niveles requiere tener déficit fiscales futuros inferiores al 2% del PIB. Para 2012 se proyecta un déficit fiscal de 7,8% del PIB para Grecia; 2,3% para Italia; 9,7% para Irlanda; y 6% para Portugal.
En segundo lugar, la contracción del sector fiscal está generando una caída en la actividad económica de varios países. La mayor caída del PIB en 2012 se proyecta para Grecia (-7,1%), seguido de Portugal (-3,0%), Italia (-1,9%), España (-1,7%), e Irlanda (-1%). Esto implica una fuerte contracción en los gastos internos e importaciones de esos países. Las exportaciones chilenas que iban mayoritariamente a Europa deberían verse afectadas negativamente en cuanto a precios y volúmenes.
En tercer lugar, es normal que en una recesión la construcción habitacional se contraiga más que proporcionalmente y caigan los precios de las propiedades. Varios países europeos habían desarrollado burbujas inmobiliarias, que al reventar, generan créditos impagos para la banca que financió estas propiedades. Se suman las posibles pérdidas por los bonos soberanos de los países que no cumplan con sus compromisos, lo que afecta en mayor medida a los bancos alemanes y franceses. Una buena parte de las pérdidas esperadas se pueden concentrar en los sistemas bancarios europeos, los que deberán ser recapitalizados a fin de evitar una quiebra bancaria masiva. Esto debería llevar a una reorganización del sector financiero. La consecuencia sobre Chile es una contracción esperada de créditos e inversiones europeas, y posiblemente la venta de algunas empresas ligadas a grupos europeos.
En cuarto lugar, la posibilidad de que algún país abandone el euro debiera generar corridas bancarias en la medida de que los habitantes de dicho país traten de proteger sus ahorros en euros. Esto es lo más difícil de enfrentar, debido a la magnitud de los retiros posibles. La moneda única deja sólo al BCE en condiciones de producir un rescate, que de otra forma ningún banco podría resistir. Los mayores peligros en este sentido se encuentran en Grecia, España, Irlanda y Portugal. Este peligro está reflejado en las enormes tasas de interés que deben pagar sus fiscos para refinanciarse.
En quinto lugar, la recesión de Europa afecta adversamente las exportaciones de Asia y de China en particular. El freno de los envíos asiáticos repercute desfavorablemente sobre los crecimientos de estos países. Este es probablemente el mayor impacto sobre Chile, ya que los países asiáticos concentran el grueso de las exportaciones chilenas. Ello debiera traducirse en menores volúmenes exportados y un deterioro en nuestros términos de intercambio.