Jaime Soto
En una situación paradojal Chile es uno de los países OCDE que menos recursos destina a Innovación, desarrollo e investigación, pero es en Latinoamérica lider en el uso de las Tics, sector que crece por sobre el PIB nacional, desde hace varios años, incluso el 2014 con desaceleración incluida.
Esto en lo relativo a uso e implementación de las tecnologías de la información. Pero, los datos relativos a I+D+I (innovación, desarrollo e investigación) hablan de un crecimiento marginal que es preocupante para el país. En una sociedad en la que el crecimiento está amarrado de forma férrea al conocimiento, mantener una política de bajo perfil en estos espacios no es lo recomendable.
El 2013 solo un 0,35% fue a I+D+I, cifra claramente insuficiente y tema en el que el sector privado tiene algo que decir, ya que sólo un tercio es aportado por él. El resto corresponde a iniciativa estatal.
En Chile hoy se debaten importantes reformas, pero el tema de I+D+I no se encuentra en el ADN del mundo político, aun cuando su importancia es vital para el futuro de la nación, especialmente cuando estamos en un escenario en el que los commodities están terminando un ciclo favorable.
Claramente a nuestro juicio se requiere más inversión; una política pública-privada orientada al crecimiento y generar una institucionalidad capaz de coordinar, de apalancar recursos y de crear los planes y proyectos bien fundamentados, que permitan la aprobación de partidas presupuestarias relevantes, que causen impacto.
Si en algo hemos fallado es en no haber socializado con el mundo político lo relevante del tema digital, la inclusión social que genera, la innovación aplicada que puede desarrollar industrias y ciudades inteligentes, todo esto inmerso en una sociedad basada en el conocimiento y el aprendizaje.
Se han dado a conocer varias iniciativas en los distintos gobiernos, pero éstas no superan la barrera de los 4 años. No hemos tenido un país que piense en la I+D+I con mentalidad de largo plazo, quizás porque los resultados de estas inversiones y trabajo no tienen una visibilidad inmediata y, en general, en el mundo de la política son otras las acciones que rinden más.
Uno de los compromisos del actual gobierno es la creación de una subsecretaría para el sector. Es un paso importante que valoramos, pero siempre queda en el aire el sentimiento, sin respuesta clara, de la urgencia, de lo vital no totalmente resuelto.