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Columnistas

Hacia la institucionalización de las primarias

Por: Equipo DF

Publicado: Miércoles 20 de marzo de 2013 a las 05:00 hrs.

Una de los mecanismos que tanto los diferentes partidos políticos como las distintas coaliciones políticas chilenas están utilizando para enfrentar los problemas de confianza y credibilidad que los afecta, es la implementación de mecanismos democráticos en la elección de sus representantes, específicamente, la realización de elecciones primarias. No cabe duda de que éste un gran esfuerzo por parte de estos actores para revertir la mala imagen y el bajo grado de legitimidad que presentan en los distintos estudios de opinión pública.

Ahora bien, para que estos esfuerzos rindan verdaderos frutos, es importante avanzar hacia una mayor institucionalización de estos mecanismos. Hemos visto propaganda de diversos candidatos en la vía pública y medios de comunicación: carteles, palomas, avisos pagados que son pruebas de que estamos en un año de contienda electoral. Bajo este contexto, surgen una serie de interrogantes respecto de las cuales no existen respuestas claras: ¿Cómo se financian estas campañas? ¿Quiénes son los donantes? ¿Qué empresas o personas? ¿Cuántos recursos va a gastar cada candidato? ¿Se incluirán estos gastos en la posterior rendición que se debe realizar al Servicio Electoral? Creemos que estas interrogantes son relevantes y abiertas a la discusión.

Pero la transparencia desde el punto de vista del financiamiento de campañas, no es la única transparencia que se requiere. Debe existir, además, un programa al que candidato adhiera y ofrezca a sus electores. Un programa que de a conocer su plan de trabajo, sus objetivos y compromisos, es decir, que se la “juegue” para que, en caso de resultar electo, los ciudadanos puedan “medirlo” y exigirle su cumplimiento durante su período o en la próxima elección a que se someta. Finalmente, se hace necesario contar con una adecuada información con los aspectos relacionados con el propio proceso eleccionario, tales como, quienes pueden votar (primarias cerradas o abiertas), lugares de votación y si los resultados son vinculantes o no.

No queremos que esta demanda por mayor transparencia sea un obstáculo o dificultad para que los partidos generalicen mecanismos competitivos para la selección de sus candidatos, al contrario, creemos indispensable que se generen los incentivos institucionales para que estos procesos se realicen de forma competitiva y transparente; pero sin la debida transparencia financiera, de programas y del proceso eleccionario, estos ejercicios democráticos quedan truncos y no se alcanza, plenamente, los objetivos que se buscan con su implementación. Chile transparente valora este mecanismo de elección de candidatos, ya que creemos que estos procesos profundizarán la democracia en cuanto permite transparentar los procesos al interior de los partidos, reduce las posibilidad de captura de los partidos por parte de ciertos grupos y de clientelismo político y permite que la ciudadanía se sienta más participe de los procesos internos del partido, incentivándola a controlar y vigilar las acciones de los primeros, con el fin de que aquéllos actúen de manera más transparente y haya menos espacio para la corrupción.

Creemos indispensable que exista algún grado de financiamiento público a cambio de una transparencia interna y efectiva de los partidos políticos, como asimismo, una adecuada y completa rendición de gastos. La actual legislación sobre financiamiento de campañas y partidos ha demostrado ser totalmente insuficiente e ineficaz. Diversos estudios realizados, entre otros por Chile Transparente, han demostrado que no existe verdadera transparencia en las fuentes de financiamiento, que se gasta mucho más allá de los límites legales, que los mecanismos de rendición son meramente formales y no calzan en el tiempo con las necesidades de los candidatos; todo lo que lleva a crear subterfugios y mecanismos que violan la ley y nos llenamos de cumplimientos formales; de “cumplimientos.

Sin duda es hora de avanzar para legitimar a los partidos y candidatos políticos de modo que éstos recuperen su prestigio y cumpla con su importante rol en la sociedad.

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