Fernando Reyes Matta

Merkel en China: la diplomacia de la innovación

Por: Fernando Reyes Matta | Publicado: Viernes 13 de noviembre de 2015 a las 04:00 hrs.
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En medio de tantos acontecimientos relacionados con China de los últimos días (encuentro de Xi Jinping con líder de Taiwán, reunión de los gobernantes de Corea, Japón y China para revivir negociaciones conjuntas, tensiones en Mar de la China) quedó un poco en la sombra la visita de la Canciller alemana, Angela Merkel, a esa potencia asiática.

Y, sin embargo, puede que allí surgiera un eje determinante de cómo evolucionará la economía de la innovación en el mundo. Esta fue la octava visita de la líder de Alemania a China, pero en este caso llegó inmediatamente tras finalizar los debates del XIII Plan Quinquenal chino. Es decir, pudo conocer de primera mano –tanto del Presidente Xi Jinping como del Primer Ministro Li Kejiang- las decisiones tomadas para tratar de llevar a China por reformas profundas donde el crecimiento del PIB será más bajo, pero sustentado en mayor consumo interno y en tecnología más avanzada en la producción.

Durante este encuentro China y Alemania afirmaron su deseo de una cooperación más estrecha, buscando que sus productos sean más competitivos a nivel global, en virtud de los programas de «Made in China 2025» y «Industria 4.0», respectivamente. Y trabajar juntos por mayor inserción en los mercados globales.

El programa económico chino, anunciado en mayo, esencialmente pretende dejar atrás el concepto de "fábrica del mundo" dedicada a productos de bajo costo que han inundado el mercado mundial y pasar a la elaboración de bienes de alta tecnología. A su vez, "Industria 4.0" es el nuevo programa económico alemán, presentado en la Feria de Hannover 2013, que promueve la digitalización de la producción industrial. Allí está presente la estrategia nacional germana para desarrollar una red industrial flexible y un proceso de producción digital de alta tecnológica.

Puede parecer fuera de lugar que Alemania busque precisamente ahora, cuando hay tanta inquietud por el crecimiento de China bajo el 7%, un acercamiento con el país asiático. ¿Dónde y cómo coinciden los intereses?

La clave está en que China necesita para avanzar en sus nuevas metas de innovación y crecimiento más tecnología de punta. Y, por cierto, formación del capital humano para lograrlo. A su vez, Alemania necesita de mercados amplios y seguro para aquella producción de avanzada que se ha propuesto. Como bien lo sabe la industria automovilística alemana, sin el mercado chino sus cifras no cuadran.

Durante sus declaraciones a la prensa, Angela Merkel enfatizó que Alemania, con su enorme tejido empresarial, "puede ser un buen socio" para el paso del desarrollo chino a otro escalón más tecnificado. Remarcó la capacidad de las empresas alemanas para cooperar con China en algunos de los sectores que más quiere desarrollar Beijing en el futuro inmediato, como el medioambiental, la industria de productos de consumo o el desarrollo de la agricultura. Por su parte, el Primer Ministro Li Kejiang señaló que "China sigue siendo un mercado grande para todo el mundo", pero "también un motor fuerte" para la economía global, China, dijo, sigue generando un tercio del crecimiento económico de todo el mundo (la ralentización global sigue siendo mayor que la china).

China y Alemania se han comprometido a promover la firma de un tratado sobre inversiones en 2016 entre ese país asiático y la Unión Europea. Si así ocurriera, se abriría el camino a la posible creación de una zona de libre comercio entre ambas potencias comerciales.

En lo inmediato, China encargó la compra de 130 aviones Airbus a un precio de 17.000 millones de dólares, mientras otro de los acuerdos incluyen un "joint venture" entre las bolsas de Frankfurt y Shanghái y una cooperación estratégica entre una empresa alemana para proveer de turbinas a la gigantesca presa de las Tres Gargantas en el río Yangtsé.

Desde el sur del mundo, debemos ver con especial interés este acercamiento. Puede que allí se estén dando pasos que abran nuevas posibilidades a nuestras exportaciones. Flexibilidades y pragmatismo están marcando el reordenamiento mundial.

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