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El dato que mata cualquier relato

GABRIELA CLIVIO Economista, directora de Business Valuations en Mazars

Por: GABRIELA CLIVIO | Publicado: Miércoles 28 de junio de 2023 a las 04:00 hrs.
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GABRIELA CLIVIO

Chile acumula en la actualidad una década perdida en materia de crecimiento económico. Desde 2014 el crecimiento se frenó y las prioridades pasaron a enfocarse en la redistribución, mirando una métrica que no es la mejor dadas las características poblacionales, como es el coeficiente Gini.

En los cuatro años que comenzaron en 2014, la tasa de crecimiento promedio anual alcanzó apenas el 1,7% y si bien el crecimiento de 2021 fue extraordinario, eso fue consecuencia de una bajísima base de comparación y un exceso de liquidez.

“Desde 2014 el crecimiento se frenó y las prioridades pasaron a enfocarse en la redistribución, mirando una métrica poco adecuada, como es el coeficiente Gini”.

¿Qué hacer para recuperar el crecimiento? Varios son los factores pueden influir en el crecimiento económico, entre los que se encuentran: el desarrollo de la infraestructura (mejoras en la conectividad pueden impulsar la competitividad de los países); el acceso al comercio y mercados (inserción internacional); el desarrollo del capital humano (inversión en educación); la inversión extranjera directa (IED); la inclusión socioeconómica; la estabilidad política (que entre otras cosas promueve la confianza de los negocios y apoya la planificación de largo plazo); y las políticas fiscales y monetarias, así como la disminución de la criminalidad.

En todos estos temas estamos al debe o se han impulsado las reformas equivocadas, respondiendo a las demandas de los diferentes grupos de presión. Así, las reformas implementadas han respondido, más que a los datos y a la realidad, a la ideología.

Sólo a modo de ejemplo, en materia de educación las reformas fueron muchas, todas centradas en la educación universitaria, cuando la prioridad (espero que a estas alturas esté claro) debiera haber sido la educación en las etapas más tempranas. Un segundo ejemplo: la inserción internacional. En este caso, la forma de insertarnos en el mundo ha tenido desde 2022 un tropiezo tras otro, desde el desaire al embajador de Israel que puso a Chile en las portadas de los diarios del mundo, hasta las declaraciones de no adherir al TPP11 y las exigencias de las side letters.

Por otro lado, la política monetaria y fiscal es esencial para la estabilidad macroeconómica. La gestión efectiva de las finanzas públicas, bajas tasas de inflación y tipos de cambio estables pueden crear un entorno propicio para el crecimiento económico. No podemos decir que el Banco Central no haya hecho bien su trabajo. Sin embargo, lo que hemos sabido en los últimos días con respecto al escándalo de corrupción de la entidad Democracia Viva no va en la dirección de una política fiscal o de una asignación de recursos efectiva y responsable.

Para quienes hace tiempo creemos que un pacto fiscal debe, entre otras cosas, incluir una reasignación de partidas de programas públicos mal evaluados, así como un efectivo control del gasto público, este es realmente un dato que mata cualquier relato.

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